La ministra de Instrucción francesa, Najat Vallaud-Belkacem, anunció una "cacería" de los prejuicios de género en los manuales escolares.

Los nuevos programas de la escuela primaria, advirtió, son "una ocasión importante para mejorar los libros de escuela y prevenir estereotipos o discriminaciones que alimentan la desigualdad entre los alumnos".

Para hacerlo -contó el diario Le Figaro- la exponente socialista se confió a un estudio del centro Hubertine Auclert, una asociación parisiense empeñada en la igualdad entre los sexos, según la cual "numerosas fábulas de la cultura popular" -como Caperucita Roja, Cenicienta o Hansel y Gretel- están "llenas de representaciones sexistas".

En particular, los investigadores franceses lamentan que la mayor parte de estas obras clásicas de la literatura para niños represente a los "personajes femeninos con sus estereotipos".

La búsqueda de "representaciones sexistas" en el primer año de la primaria examina 22 manuales ilustrados destinados a los más pequeños.
Publicaciones en las cuales "el 39 por ciento de los personajes es de sexo femenino", precisó el centro Hubertine Auclert, observando que ya en las primeras imágenes sometidas a los niños para aprender a leer las mujeres juegan sobre todo en habitaciones cerradas y a menudo las mujeres están en la cocina realizando tareas domésticas.

Afortunadamente, en los 22 volúmenes examinados también se identificó de vez en cuando a alguna heroína fuerte, que "dirige la acción sin depender de los personajes masculinos", reconoció el centro.

Sin embargo, todavía demasiados manuales hablan de "homme" (hombre) para indicar el género humano. Por otra parte, la République sigue siendo uno de los únicos países del mundo que aún usa la expresión "derechos del hombre", mientras prácticamente todos los demás optaron por el más neutro "derechos humanos".

Una vieja polémica que, como el ciclo de las estaciones, vuelve regularmente al debate público francés. Hasta ahora, con escasos resultados.

Además, lamenta el estudio examinado por Belkacem, en la esfera doméstica el "modelo dominante" -si no único- es el de una familia compuesta por dos padres y uno o más hijos.

Más en particular, advierten los estudiosos, se trata de "parejas heterosexuales con dos niños de distinto sexo".

De ahí la propuesta de poner más en evidencia modelos familiares diversificados, como el monoparental u homoparental, más acorde a la Francia del boom de los solteros y del "Mariage pour tous", casamiento para todos, la ley sobre matrimonio gay que es una de las grandes reformas del gobierno de Francois Hollande.

FranciaANSA