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Buscan madres para estudiar influencia del estrés en la leche

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Muchas mujeres dejan de dar pecho pocos meses después del nacimiento del bebé y en la mayoría de los casos se debe a los mitos o falsas creencias que existen en torno la lactancia.

CIENCIA

Se analizan los niveles de cortisol, conocida como la hormona del estrés, y otros compuestos y su efecto en el bebé

Falta de sueño. Regreso al trabajo. Dolores. Llantos. Autopresión. La lactancia materna está lejos de ser un evento apacible en la vida de las mujeres. ¿Influye el estrés en la producción y en la calidad de la leche materna? ¿Influye en el crecimiento infantil? Muchas madres creen que sí. ¿Pero qué dice la ciencia? Para encontrar la respuesta, la Cátedra de Inmunología del Instituto de Higiene de la Universidad de la República, convoca a madres primerizas a donar dos muestras de leche.

“Las cifras de lactancia exclusiva son bastante bajas por más que han mejorado desde que hay más salas de lactancia (en oficinas). En encuestas nacionales las madres dicen que la abandonan al volver al trabajo y otras dicen que su leche no es suficiente o que es mala. Estas son autopercepciones; nosotros vamos a explorar parámetros biológicos”, explicó Ana Hernández, líder del proyecto de investigación que se prolongará por dos años.

Según datos de Unicef de 2020, la tasa de lactancia materna exclusiva en niños menores de 6 meses es de 57,4%. El 43,4% de los niños al sexto de mes de vida continúan alimentándose con leche materna en forma exclusiva.

La convocatoria está abierta a madres primerizas (por el momento) que quieran donar una muestra a los dos meses de haber iniciado la lactancia y otra a los seis meses.

El objetivo es estudiar, al menos, a 50 mujeres.

Lo primero que se analiza es la presencia de cortisol, conocida como la hormona del estrés. “Por la leche pasan muchas cosas, entre ellas, las hormonas de la madre. Esto no quiere decir que el cortisol sea malo para el niño; al contrario, le sirve para madurar el intestino. Pero queremos explorar si los niveles de cortisol, que serían un parámetro bioquímico del estrés materno, coinciden con lo que reporta la madre en un cuestionario”, comentó Hernández.

Se sabe que la hormona cortisol es capaz de atravesar la placenta y llegar al bebé antes de nacer. Un nivel elevado de esta en el feto es capaz de modificar el desarrollo de algunos órganos, incluido su cerebro.

También se analizan en el laboratorio distintos componentes inmunológicos de la leche, en particular, citoquinas inflamatorias y hormonas metabólicas que influyen en la capacidad del bebé de regular la saciedad. “Se ha podido demostrar que la lactancia controla el peso en los primeros años de vida. La regulación del apetito no es la misma en niños que son amamantados a los que toman biberón”, apuntó la docente e investigadora, quien hace 10 años analiza la calidad de la leche de madres uruguayas.

Y añadió: “Este proyecto es muy ambicioso porque, además, queremos seguir al niño hasta cuando podamos para ver cómo aumenta de peso”.

Hernández ha liderado varias investigaciones sobre leche materna en la última década. Una de ellas ha sido la caracterización química de la leche donada al Banco de Leche Humanadel Centro Hospitalario Pereira Rossell para conocer las propiedades bioactivas luego de la pasteurización. Este proceso “conspira” contra estas, no así contra el valor nutricional. Pero los componentes bioactivos son esenciales para el refuerzo de las defensas de los bebés en sus primeros meses de vida. Al haber hecho la caracterización, se sabe cuál es la mejor leche para darle a un niño prematuro.

El grupo de la Cátedra de Inmunología también lleva adelante modelos experimentales en ratones para estudiar el efecto de la leche pasteurizada en el sistema inmune y en el desarrollo y tratamiento de algunas enfermedades. Una de ellas es la enterocolitis necrosante que fue calificada por Hernández como “devastadora para los niños pretérmino”.

Así explicó: “Es una enfermedad bastante fantasma y complicada para los neonatólogos porque no hay un tratamiento específico. Está claro que la leche fresca es la que brinda mayor protección pero, muchas veces, son niños a los que se le corta la lactancia por estar en el CTI”.

La enterocolitis necrosante se caracteriza por necrosis de la mucosa o, incluso, de capas más profundas del intestino.

Aquellas madres primerizas que quieran participar del estudio sobre la influencia del estrés materno sobre la duración de la lactancia exclusiva y los componentes bioactivos de la leche deben comunicarse a [email protected] o al WhatsApp 091257805.

Datos nacionales sobre lactancia.

Los expertos consideran que la leche materna es la mejor opción nutricional para los bebés. Iniciar la lactancia durante la primera hora de vida se denomina como “inicio temprano de la lactancia materna”; es una práctica que ha demostrado ser protectora de la lactancia exclusiva en los meses posteriores y asegura que el niño reciba el calostro, leche que se destaca por su concentración en factores de protección, según se lee en un documento de Unicef.

Para el organismo, Uruguay cumple con las metas mundiales de nutrición 2025 para lactancia materna de la OMS y alcanza una tasa de lactancia materna exclusiva en los primeros 6 meses de vida de 57,4%, superior al 50% que señala la meta OMS. Sin embargo, el país sufrió un descenso de este indicador con respecto a 2011. El retraso en el inicio de la lactancia, en especial en los nacimientos por cesáreas (sumada a la alta prevalencia de estas) y el elevado uso de preparados para lactante en las maternidades y al alta son razones que se asocian al descenso de lactancia exclusiva, que se sitúa nuevamente en valores reportados en 2007.

La encuesta nacional de 2020 reveló que del total de niños amamantados en el país, el 57,2% tuvo un inicio temprano de la lactancia. Esta proporción ascendió al 64,5% entre los niños pertenecientes a servicios de salud privados del interior del país, seguido por quienes nacieron en servicios públicos del interior (63,4%); en Montevideo las cifras fueron 53,6% para el sector privado y 47,9% para el público.

Al indagar sobre los motivos por los que alimentó al niño con preparado para lactante o leche de vaca, la razón más mencionada fue “la leche materna sola no lo satisface” (16,5%), seguida de “lo indicó un profesional de la salud” (16,2%) y “no tenía suficiente leche” (15,4%). En lo que refiere al uso de preparados durante la internación y al alta de las maternidades, Unicef considera que es preocupante la situación del subsector público de Montevideo.

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