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Más que baby fútbol: la historia de Los Gorriones

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Los Gorriones Baby Fútbol

HISTORIAS

La ayuda social es fundamental para las 140 familias involucradas en este club de Piedras Blancas

"Esto es más que un club de fútbol. Es una barriada divina a la que le damos una mano para salir adelante”. Así resumió Óscar Sánchez, presidente de Los Gorriones Baby Fútbol y confeso enamorado de su trabajo, la obra de la institución deportiva y social inserta en el corazón de Piedras Blancas.

Campeones en la Copa Montevideo de 2021, entre otros títulos en 61 años de existencia, las 140 familias involucradas en las actividades de Los Gorriones tienen mucho más para festejar: están sobreviviendo a la pandemia y a la crisis económica gracias al compromiso de padres, amigos y empresas.

De esas 140 familias, se identificaron 80 en situación extremadamente crítica. “La pandemia hizo que saltara la realidad de muchos de ellos”, apuntó Sánchez. Incluso hoy hay padres que no cuentan sus problemas económicos por vergüenza (esto sucedió la semana pasada: se le compró de urgencia un par de championes a un niño de la categoría 2012 que los necesitaba para jugar un campeonato privado y que la madre no se animaba a pedirlos).

Desde marzo de 2020 a las familias se las ayuda con la entrega de alimentos y diversos productos para el hogar que se consiguen entre todos los socios. Ahora, en verano, cuando el club cerró unas semanas, los directores técnicos fueron los encargados de llevar frutas y verduras a las casas.

Los Gorriones Baby Fútbol
Los Gorriones Baby Fútbol

Cuando se retomen las prácticas volverán las meriendas. “El Municipio F nos da 25 kilos de leche en polvo y 25 kilos de azúcar por mes y les hacemos una merienda. No es una solución pero nos vemos obligados a hacer algo. Les damos un vaso de leche y un pedazo de torta y sentamos también a los hermanitos en la mesa. No sabemos si es lo único que van a comer ese día”, señaló Sánchez a El País.

En contrapartida, el club le pide a los padres que se comprometan en diversas tareas: manejar la cantina los días de partido, arreglar la cancha, pintar muros, todo lo que se necesario. “Siempre decimos que si no pueden pagar el fichaje anual, esperamos el retorno de la familia en apoyo a Los Gorriones”, afirmó el presidente (o “presi” para los niños).

También se requiere que los niños estén comprometidos con la escuela. Todos deben presentar cada uno de sus carnés durante el año y estos son examinados por la comisión directiva. “El nivel educativo de Los Gorriones es muy bueno. Apuntamos al estudio”, dijo Sánchez.

Los Gorriones Baby Fútbol
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Esto se debe a que el presidente quiere causar la mayor influencia posible antes de que los chicos egresen del club a los 12 años. Esta edad es, a su juicio, crítica, porque el jugador probará suerte en las divisiones formativas de los clubes de primera división. Si es aceptado, es un ámbito en el que ya no participa la familia y pierde mucha contención. Si no es aceptado, “se pierde, entra en agujero negro”, expresó Sánchez, puesto que no puede volver a su viejo club por la edad. “Cinco minutos de esquina es lo peor. Por eso el anticipo que queremos hacer nosotros es darle una mano en lo social. Estamos formando personas aparte de jugadores de fútbol”, añadió.

La colaboración entre socios y la ayuda de amigos y empresas ha sido fundamental para el crecimiento del club en los últimos años. Desde que Sánchez asumió la presidencia se logró, entre otras cosas, la construcción de tres tribunas gracias a donaciones. Por ejemplo, la Unión de Rugby del Uruguay entregó asientos del palco del Estadio Charrúa antes de las remodelaciones y Cutcsa concedió asientos de ómnibus. Cementos Charrúa, la empresa de los futbolistas Diego Godín y Diego Lugano (este último habló directamente con el presidente), donó 50 bolsas de portland.

Los Gorriones Baby Fútbol
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“Conseguí con unos padres un camión de arena y otro de balastro y así hicimos las tribunas que quedaron divinas”, relató Sánchez.

El club también cuenta con el apoyo de Sevel, empresa que se ha encargado de vestir a todos los niños. También ha donado pelotas, alimentos para las canastas, un desfibrilador para la sede y artículos escolares para todos los jugadores.

Los Gorriones Baby Fútbol tiene dos grandes objetivos para 2022. Uno de ellos es la construcción de un gimnasio, un proyecto que se ganó en el Presupuesto Participativo de 2018 pero que todavía siguen sin concretarse.

El club tiene solo una cancha, por lo que el gimnasio servirá para realizar allí parte de los entrenamientos y, además, sumar otras actividades sociales y deportivas para niños y adultos. “Algo que tengo en mente es tener un equipo de patín artístico”, adelantó Sánchez.

El otro objetivo es el buen desempeño de las jugadoras en la categoría de fútbol femenino sub 13 que retorna a la competencia.

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