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¿Cuál es la verdadera alimentación saludable?

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Foto: Shutterstock

Salud

La comida común tiene más calorías que la rápida, según un nuevo estudio que cambia la visión sobre los alimentos.

Comer comida rápida podría no ser el problema más importante que tiene el mundo vinculado con la obesidad de acuerdo a una nueva investigación publicada la semana pasada.

Las grandes raciones en los establecimientos de "fast-food" (comida rápida) y en los restaurantes tradicionales son un factor que contribuye a la obesidad global debido a las calorías que aportan, según el estudio publicado esta semana en la revista médica British Medical Journal (BMJ).

En su estudio, un equipo internacional de investigadores descubrió que el 94 % de los menús en restaurantes con servicio de mesa y con camareros y el 72 % de los de comida rápida de cinco países de distintos continentes tenían 600 calorías o más.

Además, en contra de la creencia popular, descubrieron que los platos de los restaurantes de comida rápida contenían un 33 % menos de calorías que los de los tradicionales y, por ello, consideraron que los establecimientos de "fast-food" no deberían focalizar la atención a la hora de abordar la sobrealimentación y la epidemia mundial de obesidad.

"La comida rápida ha sido ampliamente citada como un objetivo fácil para el cambio de dieta debido a su alto contenido calórico; sin embargo, el trabajo de nuestro equipo en Estados Unidos identificó las comidas en restaurantes en general como un objetivo importante de las intervenciones para abordar la obesidad", afirma una de las coautoras del estudio, la profesora de la Universidad de Tufts (Boston, EE.UU.) Susan B. Roberts.

Comer fuera "es ahora algo habitual en todo el mundo", pero es importante "tener en cuenta que es fácil comer en exceso cuando una gran comida de restaurante es solo una de las que se realizan al cabo del día", indica.

Para llegar a estas conclusiones, el estudio midió el contenido calórico de los menús pedidos con más frecuencia en lugares de comida rápida seleccionados al azar en Brasil, China, Finlandia, Ghana y la India y de cinco cantinas en centros de trabajo de Finlandia, donde estos comedores son habituales, y lo comparó con los datos extraídos de restaurantes de Estados Unidos.

La investigación develó que solo en China las calorías de estas comidas eran menores que en Estados Unidos, 719 frente a 1088.

En general, las comidas rápidas tenían menos calorías que las de un restaurante con servicio de mesa, 809 frente a 1.317 por ración.

Por su parte, la comida de las cantinas finlandesas analizadas tenían un 25 % menos de calorías por plato que los de los otros dos tipos de restaurantes, 880 frente a 1.166.

La identificación de los factores que pueden llevar a comer en exceso, entre ellos las prácticas alimentarias y los factores ambientales, puede ayudar a desarrollar intervenciones efectivas contra la obesidad, de acuerdo con este estudio.

Obesidad y cáncer.

En tanto, el creciente aumento de sobrepeso y obesidad a nivel global preocupa a oncólogos e investigadores en cáncer. Existen 13 cánceres para los cuales hay suficiente evidencia de una relación causal entre el exceso de grasa corporal y su aparición, según datos de la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer.

En otro informe publicado en A Cancer Journal for Clinicians, una revista de la Sociedad Estadounidense de Cáncer, se advierte que al menos 10 años con exceso de peso corporal explicaban cerca de 3,9% de los 14 millones de casos de cáncer diagnosticados en 2012 en el mundo. "Una cifra que indudablemente crecerá, dadas las actuales tendencias", dicen los autores del estudio.

A nivel mundial, entre los años 70 y 2016, las tasas de sobrepeso y obesidad aumentaron casi en 40% en los adultos y 18% en el grupo de 5 a 19 años.

El nivel de riesgo depende de factores como el sitio en que se desarrolla el cáncer, la edad, el género y el país de residencia. Pero a nivel global, las mujeres son las más afectadas, con más del doble de casos de cáncer asociados a exceso de peso que los hombres.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad global prácticamente se ha triplicado en las últimas cuatro décadas. 

Apnea y el sobrepeso están vinculados

"La apnea del sueño va ligada directamente a aquellos pacientes que tienen obesidad, con un 10 % más de sobrepeso que tengamos esto nos incrementa hasta seis veces el riesgo de padecerla". Así se dijo en conferencia de prensa durante el anuncio del Congreso de Avances en Medicina. Las personas que tienen enfermedades cardiovasculares como hipertensión y diabetes o aumentan el riesgo de presentar esta enfermedad hasta tres veces.

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