CIENCIA
Patrones climáticos inusuales en la atmósfera superior limitaron el agotamiento del ozono en la capa que actúa como protector solar y nos protege de la radiación ultravioleta
Si bien el agujero de ozono sobre la Antártida generalmente crece en septiembre y octubre, los científicos observaron que su tamaño es actualmente el más pequeño desde que comenzaron a medirlo en 1982, según un comunicado de la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
Los patrones climáticos inusuales en la atmósfera superior limitaron el agotamiento del ozono, la capa en nuestra atmósfera que actúa como protector solar y nos protege de la radiación ultravioleta.
El 8 de septiembre, el agujero de ozono alcanzó un pico de 16,4 millones de kilómetros cuadrados y luego se redujo a menos de 10 millones de kilómetros cuadrados, según el informe.
"Es una gran noticia en el hemisferio sur", dijo Paul Newman, científico jefe de ciencias de la tierra en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. "Pero es importante reconocer que lo que estamos viendo este año se debe a temperaturas estratosféricas más cálidas. No es una señal de que el ozono atmosférico esté repentinamente en una vía rápida hacia la recuperación".
Abnormal weather patterns in the upper atmosphere over Antarctica dramatically limited ozone depletion in September and October, resulting in the smallest ozone hole observed since 1982, NASA and NOAA scientists reported today. https://t.co/Qg2F4ELlML pic.twitter.com/O6HLoIURFv
— NASA Goddard (@NASAGoddard) October 21, 2019
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Las partículas de nubes en la estratosfera fría conducen a reacciones que destruyen las moléculas de ozono, que están formadas por tres átomos de oxígeno. Pero cuando las temperaturas son más cálidas, estas nubes no se forman, lo que limita la destrucción del ozono. Este año, las temperaturas alcanzaron 16ºC por encima de lo normal en la estratosfera a mediados de septiembre.
Esta es la tercera vez en 40 años que las temperaturas cálidas causadas por los sistemas climáticos han ayudado a limitar el agujero de la capa de ozono. Esto también ocurrió en 1988 y 2002. Pero los científicos dicen que no hay una conexión que hayan identificado para vincular los patrones con el cambio climático.
"Es un evento raro que todavía estamos tratando de entender", dijo Susan Strahan, científica atmosférica. "Si el calentamiento no hubiera sucedido, probablemente estaríamos viendo un agujero de ozono mucho más típico".
Se espera que la capa de ozono sobre la Antártida se recupere para 2070 a medida que disminuyan los compuestos utilizados como refrigerantes, llamados clorofluorocarbonos. Fueron regulados hace 32 años por el Protocolo de Montreal.
El agujero de ozono debería desaparecer y cerrarse durante las próximas seis semanas, según NOAA.