Un conjunto de fotos de distintos países reclaman memoria por la masacre mexicana de 2014

Una muestra fotográfica que es a la vez un manifiesto social. Se trata de Ayotzinapa: Acción Visual, de Marcelo Brodsky, que se está presentando en la Fotogalería Ciudad Vieja, en Piedras y Pérez Castellano, frente al Museo del Carnaval. Va hasta el 30 de marzo y se puede visitar las 24 horas del día.

La exposición reúne el trabajo de varios fotógrafos y es en homenaje a las 43 víctimas de Ayotzinapa, el trágico episodio ocurrido en México, en septiembre de 2014, ciudad mexicana de Iguala, del estado de Guerrero, donde ocurrió una desaparición y asesinatos masivos. La muestra consta de fotografías realizadas en el marco de la convocatoria abierta a una Acción Visual

Internacional lanzada por el fotógrafo argentino Marcelo Brodsky. El principal resultado de esta iniciativa es la conformación de una galería virtual que hace visible el apoyo que, desde fuera de México, se brinda a la lucha que sostienen los familiares de los muertos y desaparecidos. La iniciativa cobró sentido cuando la volvieron suya grupos de personas residentes en diversas regiones del mundo, quienes aceptaron armar y remitir un retrato colectivo que suscribía, con la rúbrica de sus rostros y cuerpos, diferentes variables de un mismo reclamo.

El conjunto de fotos es tan variado en geografías como en estéticas, cambiando tanto los contextos (edificios, árboles, lugares abiertos o cerrados), como el modo de expresar en un gesto la tragedia, desde carteles hasta expresiones físicas.

El proyecto comenzó con una convocatoria abierta que este fotógrafo hiciera pública en noviembre de 2014, después del acto de barbarie que tuvo lugar la noche del 26 de setiembre de 2014. Esa noche desaparecieron a fuerza 43 estudiantes pertenecientes a la Escuela Normal Isidro Burgos, de Ayotzinapa, y fueron asesinadas seis personas, entre ellas tres normalistas, en manos de un cártel de narcotraficantes, al parecer en complicidad con el alcalde local y fuerzas policiales.

Esta modalidad de activismo político a través de la fotografía se apoyó desde sus inicios en el uso combinado de la fotografía e Internet, colocándose en una zona sin demarcaciones tajantes en que pudieron convivir el registro documental, el agitprop de viejo y nuevo cuño, la gestoría comunitaria y el arte contemporáneo. La iniciativa cobró mayores dimensiones por el eco que tuvo en el mundo, plasmando muchas formas bajo el mismo hecho político.

arte y demanda social se dan la mano en la fotogalería ciudad vieja