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Entre el país de origen y el nuevo

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Isabel Legarra y Stefanie Neukirch en plena acción. Foto: Difusión

“Los descendientes”: un texto de Franklin Rodríguez en la Verdi.

Una ciudad quieta al costado de un río como mar se ve sacudida por la visita de la gran actriz española Margarita Xirgu. El acorazado de la Alemania nazi, el Graf Spee, herido de muerte, inicia su arribo al muelle de Montevideo, mientras el presidente Baldomir sostiene luchas internas entre los opositores a su gobierno. En ese enclave histórico se ubica Los descendientes, que sobre texto de Franklin Rodríguez estrenará mañana jueves 14 la Comedia Nacional. La puesta va en Sala Verdi (Soriano 914) con dirección de María Varela, los viernes y sábados a las 21:00 y los domingos a las 19:00. Entradas en Tickantel a 150 pesos.

El elenco, integrado por Gabriel Hermano, Isabel Legarra, Luis Martínez, Stefanie Neukirch, Daniel Spinno Lara, Fernando Vannet, Juan Worobiov y Florencia Zabaleta, trabajará en un marco escenográfico de Osvaldo Reyno, y con vestuario de Soledad Capurro, para ofrecer la historia de una familia inmigrante, que trata de encontrar su lugar en el nuevo mundo, debatiéndose entre seguir aferrada a su raíces o adaptarse a un nuevo estilo de vida.

Con ese telón de fondo, Franklin Rodríguez procurará formular sobre el escenario el tema de la identidad como emblema familiar, a través del reconocimiento y la aceptación en una tierra prometida, aspectos que son las claves para esta comedia de lo humano, hecha según sus palabras, pequeños brochazos de una historia no tan lejana.

Los descendientes tiene su raíz en saber más de la historia no tan lejana, en la que se formó una parte fundamental de esta cultura. "La enorme figura de Margarita Xirgu fue una buena excusa para ahondar en varios acontecimientos históricos de nuestro país, que desencadenaron en una amplia mirada a nuestra sociedad recién salida de una dictadura como la de Terra", explica el dramaturgo.

"Convergen a su vez otros acontecimientos destacados, como el hundimiento del Graf Spee, el momento efervescente de una economía en franco crecimiento, una sociedad que se despegaba y ya generaba sus arriba y sus abajos sociales, mientras abría sus puertas a barcos llegados de España, huyendo del hambre y del franquismo. "El texto no intenta narrar como se experimentaron los acontecimientos, sino hacer hincapié en lo cotidiano y lo cultural, lo particular enmarcado en lo social. La obra pretende, modestamente, y solo con el ansia de contar y contar bien, a partir de la memoria, un registro irreemplazable y permanente del pasado", dice el artista.

Y agrega: "El teatro se ha ocupado de algunas características de esa época, pero hasta donde yo sé, faltaba la autocrítica de cómo fueron tratados los recién llegados, qué actitud tomaron luego de ser integrados, cómo se generaron sus lazos afectivos con su nueva identidad y cuánto recordaron y olvidaron para poder integrarse a esta incipiente sociedad".

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Isabel Legarra y Stefanie Neukirch en plena acción. Foto: Difusión

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