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Y los niños bailarán

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Foto: Ballet Nacional del Sodre

La Escuela Nacional de Danza presenta El Cascanueces, desde el jueves 12 hasta este domingo 15, en el Auditorio Nelly Goitiño y con entrada libre. En estas cuatro funciones no participan todos los alumnos de la Escuela si no que los roles fueron seleccionados teniendo en cuenta, no solo el rendimiento, sino también la responsabilidad y compromiso de cada uno.

La llegada de Julio Bocca a la dirección del Ballet Nacional del Sodre (BNS) en 2010 trajo consigo una serie de consecuencias, en su mayoría positivas y notorias, y en ocasiones imperceptibles. Y es que su llegada generó que mucha más gente se interesara por el ballet, le diera una oportunidad, ya fuera por curiosidad o simplemente por un nombre: Julio Bocca. Desde entonces la danza nacional ha adquirido un reconocimiento —tanto a nivel local como internacional— y un prestigio que había perdido.

Si bien los integrantes del BNS fueron renovados con la llegada de Bocca, muchos de ellos son bailarines uruguayos que se formaron en la Escuela Nacional de Danza.  El ballet en Uruguay, si bien en los últimos años ha sido moneda corriente, aún es un arte desconocido: el prejuicio “sos bailarín y ¿qué más, qué estudiaste?”, continúa instalado y quizás sea por la falta de conocimiento de la sociedad en general sobre cómo funciona esto que se llama “ballet”, cómo se logran saltos sobrenaturales y 30 giros sin parar. En definitiva, cómo se estudia para ser bailarín.
Actualmente la división ballet de la Escuela Nacional de Danza se encuentra bajo la coordinación académica de Paulo Aguiar —ex solista del BNS— y tiene alrededor de 110 alumnos. La formación dura ocho años y está a cargo de un equipo de 30 personas, entre maestros de ballet y sus disciplinas específicas, maestros de materias complementarias y ayudantes.

Según contó Aguiar a El País “se dictan tres cursos: el curso regular que dura ocho años y es para niñas y niños que pueden comenzar entre los 8 y los 11 años; este curso es para comenzar desde cero. Después, también para empezar desde cero hay un curso intensivo para varones de entre 12 y 19 años y dura cuatro años o a veces un poco más dependiendo de la edad del chiquilín. Además tomamos audiciones a niñas y niños con experiencia que pueden ir desde los 10 a los 17 años”. El ingreso a cualquiera de los tres cursos es por audición. Para ingresar a los cursos sin experiencia se tiene en cuenta el físico del joven: las proporciones de su cuerpo, la musculatura, el índice de grasa corporal, que no tiene que ser muy grande y el tono muscular; además se le realiza una prueba de elasticidad y otra rítmica. A los alumnos que audicionan con experiencia se les hace participar en una clase de ballet en la cual, además de tener en cuenta el físico, se tiene en cuenta el conocimiento que tiene cada joven (de esto va a depender a cuál clase irá).
Por año ingresan como máximo 20 niños sin conocimiento, de los alrededor de 100 que se presentan a la audición, unos 10 o 12 varones de los más grandes también sin conocimiento y de los jóvenes que audicionan con experiencia previa ingresan 4 o 5, dependiendo del nivel que les corresponda.

A partir del primer año de carrera los niños tienen clases de seis horas de lunes a viernes y a medida que van aumentando el nivel la carga horaria se incrementa con las materias complementarias, llegando a pasar gran parte del día en la Escuela; esas materias son acondicionamiento físico, música, danzas de carácter - danzas folklóricas europeas -, flamenco, pax de deux, repertorio, puntas, teatro, educación somática, danza contemporánea y danza moderna. “Además tenemos nutricionistas que le hacen un seguimiento a cada alumno”, contó Aguiar.

La llegada de Bocca a Uruguay también ha ayudado a las Escuelas de Formación Artísticas del Sodre. Según Aguiar “con su nombre y el marketing que genera todo eso ha ayudado un montón”. Además, desde el año pasado Bocca se encargó de la gestión de cursos dictados por maestros del American Ballet Theatre para docentes locales, no solo de Montevideo sino también del interior.

Aguiar también contó que desde el 2013, con la llegada de Hortencia Campanella a la Dirección General de las Escuelas de Formación Artísticas del Sodre, se viene trabajando en una reestructura que apunta a la organización, docentes y proyectos de extensión para difundir el trabajo de la Escuela. Además este año se abrió una escuela del Sodre en Canelones que según Aguiar “dio muy buenos resultados” y se está trabajando en un convenio con las intendencias del interior que estén interesadas para expandir este proyecto. “La idea ahora es lograr que los primeros cuatro años de formación se hagan en Canelones, o en las escuelas que haya en un futuro, y para los otros cuatro años de carrera traer a los alumnos a estudiar en la Escuela de Montevideo, a partir del quinto año”.

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Foto: Ballet Nacional del Sodre

danza - "El Cascanueces"SOLEDAD GAGO

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