Marcos Mundstock sostiene que dentro de Les Luthiers hay muchas duplas, aunque los espectadores siempre tienen presente el dúo que arma con Daniel Rabinovich. Dúo tan eficaz que ha saltado fuera del grupo, y ha llegado al cine, como en Mi primera boda (de 2011), donde aportaron el cómico contrapunto de un rabino y un cura.

"En Les Luthiers se fueron decantando roles, y uno de ellos es esta dupla de Ramírez y Murena, porque somos los dos que en un principio más nos gustaba más salir a actuar, la parte de actuación. Y se inventó esa dupla, que a la segunda vez ya la teníamos un poco probada, y a la tercera más, como todas las cosas, y a esta altura ya tenemos una forma de funcionar que jugamos de taquito, casi sin mirarnos. Lo cual favorece, porque nos permite también sobre la marcha agregar cosas, inventar", detalla Mundstock.

Pero el cómico se niega a marcar favoritismos: "Somos muy unidos y parejos todos: de repente por unos meses te ves más con alguien, por alguna razón, luego con el otro. Somos bastante parejitos en ese sentido que haya una alianza concreta entre dos o tres. No, no. Y creo que eso es una clave de que el grupo funcione bien", dice a la hora de hacer un balance personal.

"Mi primera boda fue muy lindo, nos llamaron porque estaba el dúo hecho, y les ocurrió que el rabino y el cura podíamos ser nosotros. De todas maneras, teníamos la limitación, no podíamos hacer un sketch cómico de los que nos gustan a nosotros, porque los dos personajes formaban parte de la acción, dentro del estilo de la película. Tratamos de hacer lo nuestro dentro de lo que pedía la película".

"Dentro del grupo somos más que amigos y menos que amigos: somos hermanos, somos de la familia, y tenemos épocas de llevarnos mejor y de llevarnos peor. Pero más allá de todo, siempre ganó las ganas de seguir juntos, a pesar de los divismos y las individualidades. Creo que es de buena gente unirse. Este es lo mejor que nos pasó en la vida y había que ser muy zonzo para irse de Les Luthiers, o para echar a perder esto. Pero también es porque somos buena gente, y tenemos una base de afecto entre nosotros importante".

Balance de un equipo con un sello propio para generar humor