LIGUILLA

Agarrate Catalina pasó para el jueves 7; tres grupos actuaron en buen nivel

Guzmán Ramos

Una fuerte lluvia, inesperada en la mayoría de los pronósticos hasta pocas horas antes, obligó a la cancelación de la primera noche de liguilla, cuando solo restaba actuar la murga Agarrate Catalina.

Al momento de la suspensión, los responsables de la murga plantearon la posibilidad de abrir o cerrar una etapa antes de esa fecha, ya que para esta tercera rueda está prevista la participación de Rafael Cotelo, quien tiene un viaje previsto para tal día.

La modificación de esa fecha parece poco probable.

No obstante, el representante de Daecpu, Carlos Nípoli, dijo esta madrugada a El País que ese asunto, así como la validez de las entradas ya adquiridas por los espectadores, serán temas a abordar por la directiva de la gremial de carnavaleros hoy sábado.

La etapa fue abierta por la murga Araca la Cana, que regresó a la liguilla luego de varios carnavales. Lo hizo en buen nivel, con un espectáculo cuya mayor virtud es el libreto. Se trata de una propuesta que propone múltiples miradas y lecturas sobre la marginación, matizando humor, crítica y reflexión.

Si bien es un texto bien construido, en esta liguilla los momentos humorísticos tuvieron menor llegada que en las ruedas anteriores, en especial los cuplés sobre El Colorado de Omar Gutiérrez y el del Partido Colorado.

En cambio, hubo un crecimiento en el de los jingles políticos, que tuvo una mejor interpretación y buena comunicación con la platea.

El cuplé del Automarginado, ubicado sobre el final, volvió a repetir los méritos de ruedas anteriores, en un marco donde los planteos críticos y analíticos de la realidad son los de mejor factura.

Hay una buena puesta en escena, a cargo de Mariano Solarich, pero quedan puntos intermedios en el rubro de vestuario y otros tantos flacos en maquillaje.

En síntesis, el grupo tuvo una buena propuesta, merecedora de estar en la ronda final, pero con un nivel un poco más bajo del de la zona de definición.

A segunda hora actuó la comparsa C 1080, que continuó la línea de ajustes en el plano escénico. Se trata de una historia intensa y agradable, sobre la vida del “Cacique” Juan Ángel Silva, fundador de Morenada y máximo referente del conventillo del Medio Mundo.

Hay muy bueno textos y un buen ensamble de cuadros.

A nivel interpretativo, brilló una vez más el actor Roberto Romero, máximo aspirante a la mención de la figura de comparsas, méritos que también podrían valerle una posible consideración como figura del carnaval.
Pese a esos puntos elogiables, hay otras comparsas con mejor rendimiento en el plano musical, que es otro de los importantes del género. A nivel global, puede señalarse que la comparsa hizo un buen trabajo, sin brillar en la faceta técnica, de modo que puede ser superada en la definición. No obstante, estuvo más que justificado su pasaje a la liguilla.

El cierre de la noche fue con los humoristas Los Joker´s, que también hicieron una buena actuación, aunque con menor respuesta humorística que en las ruedas anteriores, en especial la primera, que fue de excelencia.
Se trata de un humor muy basado en el guión, con poco margen para la recreación de situaciones, que son el camino predominante de los espectáculos de hoy.

Desde esa perspectiva, la pérdida del efecto sorpresa suele pasar factura a los espectáculos, sin que ello suponga, necesariamente, un menor nivel de ejecución.

La segunda humorada -sobre unas “viejas” del barrio- es el punto muy fuerte del repertorio. La primera, basada en el reino, no está al mismo nivel, pero tampoco desentona.

Hubo mucho despliegue escénico y se cuidan acertadamente los rubros accesorios, como la música, el vestuario y la danza.

También justificó la elección del jurado, en una categoría de nivel más que satisfactorio.