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Cirque du Soleil: una vivencia única

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La carpa del Cirque du Soleil que vendrá pesa cerca de cinco toneladas.
GUY LALIBERTE, DAVID SHINER, SERGE ROY, STEPHANE ROY, JEAN-FRANCOIS COTE, CLARENCE FORD, MARIE-CHANTALE VAILLANCOURT, MARTIN LABRECQUE, JONATHAN DEANS, LEON ROTHENBERG, FLORENCE CORNET, ANDRE SIMARD, DANNY ZEN, ROGE FRANCOEUR, BENOIT MATHIEU
Matt Beard

El mayor megacirco del mundo llegará a Uruguay en tres meses y ya agregó más fechas.

La visita de Cirque Du Soleil a Uruguay, que tendrá lugar a partir del próximo 9 de marzo en el Parque Roosevelt, no es un espectáculo más de la cartelera. Marca un hito en la historia del espectáculo en este país, por tratarse de la mayor compañía en su género, y de las más grandes del mundo en materia de entretenimiento. Las localidades se venden en Abitab y valen desde 1.705 a 6.820 pesos.

De hecho, más de cinco millones de personas en el mundo han visto el espectáculo que llegará en tres meses, Kooza, cifra impresionante dado que es más que toda la población de Uruguay. Sin embargo, para los uruguayos esta es una instancia muy especial. De hecho, las entradas se vienen vendiendo muy bien, y ante la demanda la compañía decidió extender una semana más sus funciones en Uruguay, agregando una tercera semana.

El estreno mundial de Kooza tuvo lugar en abril de 2007 en Montreal, Canadá, y desde entonces se ha representado en más de 47 ciudades de 12 países. Esto significa que el espectáculo llega bien "afiatado": el megashow presentó su espectáculo número 1000 en 2009 en Santa Mónica, California, el 1500 en Tokio en 2011, el número 2000 en Dallas (Texas) en 2012, y el 2500 en Viena, Austria en 2014. Realmente, las cifras que maneja esta gran compañía son apabullantes.

El lenguaje escénico que maneja Cirque Du Soleil es realmente estimulante, puesto que la compañía convoca a los mejores artistas de circo del mundo para desarrollar un programa variado en números, en el que va recorriendo distintos tipos de pruebas, desde piso hasta aéreas, ofreciendo desde asombrosos números de contorsión hasta humor e instancias de tono lírico.

Pero la alta calidad de sus artistas es uno de los componentes del efecto de conjunto: el circo —si bien nació en 1984, se expandió rápidamente por el mundo entre 1990 y 2000— causó siempre fascinación por sus proezas, pero fueron también sus puestas en escena lo que complementaron su fama. En ese sentido, escenografías sofisticadas, vestuarios elegantes, coloridos y creativos, y luces y efectos especiales de última generación, logran un todo que causa un efecto subyugante. Y la música, que variada en estilos, remarca y acompaña los aspectos visuales, elevando el espectáculo a una experiencia de tipo onírico, en los límites de la realidad.

Pero además de todo lo que ocurre en escena, la compañía impresiona también por su enorme infraestructura, que se manifiesta en la fuerte presencia que marca su llegada a una ciudad. Para realizar el montaje del circo se requieren unos nueve días, y unos tres días para desmontarlo. Además son necesarios 60 camiones para transportar el equipo a cada lugar. Nacen de este modo el Grand Chapiteau, la carpa de los artistas y la carpa Vip Rouge, que están climatizadas y que son en sí mismas un verdadero espectáculo. Para esta visita a Uruguay, hubo que introducir mejoras en el terreno del Parque Roosevelt, allanar el predio elegido, y lógicamente facilitar los servicios de agua y sanitarios.

El Grand Chapiteau tiene capacidad para unas 2.600 personas sentadas, y está formado por 18 piezas de lona ignífuga recubierta de vinilo, habiendo sido fabricado en Burdeos, Francia, por Voileries du Sud-Ouest, una empresa famosa en el mundo por sus grandes carpas. Unos datos alcanzan para tomar noción de la magnitud de esas instalaciones: la lona de la carpa y sus once túneles pesan unas cinco toneladas, midiendo el Grand Chapiteau 20 metros de altura, con un diámetro de 51 metros. Se necesitan 17.000 metros cuadrados de terreno para albergar todo.

Un equipo de 130 personas viajan en las giras, incluidos más de 100 artistas y miembros del equipo. De toda la plantilla del circo, unos 50 son artistas, que en el caso de Kooza representan a 24 nacionalidades, desde Argentina, Australia, Brasil y Canadá, a China, Colombia, Ecuador, Francia, Suecia, Ucrania, Estados Unidos y Reino Unido, entre otros. Por eso, aunque el inglés y el francés son las lenguas principales que la compañía utiliza durante las giras, también se hablan otros idiomas, como chino, español o ruso.

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La carpa del Cirque du Soleil que vendrá pesa cerca de cinco toneladas.

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