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Ciro Tamayo sobre la Gala de Ballet: "Los bailarines somos la identidad de la compañía"

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Ciro Tamayo, primer bailarín del BNS

ENTREVISTA

El bailarín español habla sobre la "Gran Gala de Ballet" que hoy estrena el BNS en el Auditorio Adela Reta

Ciro Tamayo, primer bailarín del BNS
Ciro Tamayo, primer bailarín del BNS. Foto: D. Borrelli

Esta noche regresa el Ballet Nacional del Sodre a su casa, el Auditorio Adela Reta con una Gran gala de ballet que tendrá funciones hasta el 4 de octubre de martes a sábado. Como siempre las entradas para las 12 presentaciones están a la venta en la boletería del Auditorio y también por Tickantel con precios accesibles, desde 60 a 950 pesos.

El programa de esta Gala mezcla suites de obras clásicas y contemporáneas, sumando tres estrenos coreografiados por Mauricio Wainrot, Francesco Ventriglia y también una del director del BNSIgor Yebra.

Ciro Tamayo en una escena de El Corsario. Foto: Difusión
Ciro Tamayo en una escena de "El Corsario". Foto: Difusión

“Vamos a ver cómo es nuestra sala al 30 por ciento, cosa que nunca vivimos”, dice el español Ciro Tamayo, quien llegó al BNS en 2011 y se convirtió en Primer bailarín de la compañía en 2014, protagonizando sus espectáculos.

Sobre esta Gran Gala de Ballet, Tamayo dice que está organizada de un modo tal que “si viene algo muy grande o eufórico, lo siguiente es un momento muy íntimo. Además va a haber música en vivo, entonces se logra una transición de emociones muy grande”.

Ciro Tamayo en una escena de El Lago de los Cisnes. Foto: Difusión
Ciro Tamayo en una escena de "El Lago de los Cisnes". Foto: Difusión

Además, este programa le permitirá, finalmente, bailar El quijote del plata, la obra que creó la española Blanca Li especialmente para la compañía. “Siempre hubo algo que hizo que no estuviera en esa obra, una lesión en sí que tuve o la decisión mía de operarme más adelante, aunque nunca pude bailarla. Ahora voy a tener la posibilidad de bailarla, aunque no en el rol que iba a interpretar. Como se trata de una suite, es una escena corta y hago el rol de Basilio, es casi una participación especial”, dice entre risas este bailarín quien con sus interpretaciones, saltos y giros, se convirtió en una de las grandes figuras de nuestro país.

—¿Cuándo comenzaron a ensayar esta Gran Gala de Ballet?

—Fue algo que salió a último momento, porque cuando nos íbamos a reincorporar para ensayar Un tranvía llamado deseo, consideramos que no era una obra apta para estos momentos. La mayoría de los bailarines, incluyéndome, no nos sentíamos muy seguros con realizar en este momento un ballet así: es una obra muy carnal, tiene mucho contacto, tiene a toda la compañía involucrada y como no había ningún control de hisopados, la compañía no se sentía segura. Como algo teníamos que hacer, surgió este programa en el que si bien hay contacto, conseguimos que nos hisoparan y tener una certeza un poco mayor. Si bien la compañía baila junta, no en contacto tan cercano. Además, cada tanto nos van a hisopar, como a los jugadores de fútbol y así mantener un seguimiento para quedarnos más tranquilos. Hay que cuidar al público y cuidarnos nosotros.

Ciro Tamayo, bailarín
Ciro Tamayo, bailarín. Foto: Darwin Borrelli

—¿Dentro del BNS siempre existió la posibilidad de dialogar y pedir cambiar un espectáculo?

—Depende del momento, esto estaba más que justificado. Tampoco nos vamos a poner en una pelea porque lo que menos queremos es trancar las cosas. Estamos dispuestos a negociar y hablar cuando es algo viable. No nos ponemos en un plan caprichoso de hacer o no una obra, eso no nos compete a nosotros, es una decisión artística. Pero en este caso hubo una instancia de diálogo y ambas partes quedamos contentos porque la comunicación fue muy amplia y eficaz. Llegamos a un acuerdo pacífico.

—¿Cómo han vivido estos meses?

—Fue un sube y baja desde marzo ya que no sabíamos cuándo íbamos a volver. Al principio pensábamos que volveríamos al siguiente fin de semana, no creíamos la gravedad del asunto. Como que no podía ser que parásemos tanto tiempo y que se suspendiese una función, cosa que no se había hecho nunca. El regreso se fue postergando pero por suerte en ningún momento nos dijeron: hasta dentro de tal fecha no se vuelve. Entonces nos mantenían con la esperanza de que podríamos volver al poco tiempo.

Ciro Tamayo se convirtió en figura del Ballet del Sodre . Foto:  Carlos Villamayor
Tamayo junto a María Noel Riccetto en "Hamlet Ruso". Foto: Difusión

—Los ensayos no pararon, y ustedes lo mostraron en sus redes sociales.

—Trabajamos desde casa, y eso nos mantuvo en forma y ocupados, dentro de lo que cabe y siempre con eso de no extrañar mucho a la danza.

—¿Fue complicado para ustedes el no poder estar juntos?

—Nuestra profesión es muy del tacto, de los abrazos, y estar tantos meses sin ver a tus compañeros fue un poco raro, pero también está la otra cara de la moneda, un descanso que no te esperabas, por eso fue un sube y baja. Yo me lo tomé como si hubiese tenido una lesión. Después uno empieza a extrañar y empiezan las incertidumbres y la montaña rusa emocional.

—A ti te sirvió para mejorar tus pies.

—Sí, me operé una vez cada pie. Pero por suerte ese problema ya se había solucionado. El descanso nunca está de más, hay que darle al cuerpo el descanso que necesitamos. Porque esta profesión nos lleva a seguir queriendo dar más de uno mismo y a veces no escuchás a tu cuerpo, y es ahí cuando vienen las lesiones.

El bailarín Ciro Tamayo. Foto: Difusión
El bailarín Ciro Tamayo. Foto: Difusión

—En este entretiempo hubo cambios, se sumó Nadia Mara y se conoció la despedida de Igor Yebra.

—De eso nos enteramos de sopetón. Todavía no tenemos idea de qué va a pasar. Nos dieron la tranquilidad de que no se iba a tocar ningún contrato en los bailarines, que todo iba a continuar, aunque siempre está la incertidumbre de qué va a estar la economía y los fondos. De esos temas desconozco pero escucho esas preocupaciones de algunos compañeros que entienden más. Personalmente estoy tranquilo por el lugar que ocupo, pero es una situación muy rara en el mundo. Eso a uno lo pone en una situación de no saber qué hacer o pensar.

BNS
El BNS en ensayo. Foto: Difusión

—¿Hay presión por ser los primeros en volver?

—No. La única presión que tenemos es por el programa que salió a último momento y tuvimos que ensayar muchas cosas, por el tiempo de ensayo básicamente. Para nosotros esto es nuestra vida, estamos acostumbrados a la ansiedad, pero, personalmente no siento una presión por esas cosas. Sí hay nervios y ansiedad por volver después de tanto tiempo. Si bien ya tuvimos una prueba con este mini programa de variaciones que hicimos en el Nelly Goitiño, estamos acostumbrados a la ansiedad, es nuestra vida.

—¿María Noel Riccetto va a dirigir el BNS?

—Hay muchos rumores pero oficialmente no nos han comunicado nada. Estamos igual que todo el mundo, sin saber nada. Si es ella, es alguien que nos conoce y sabe cómo funciona la compañía, así que sabría manejarla. Además tiene un nombre y podría conseguir grandes cosas. Eso es lo que opino, pero no nos han comunicado nada. Cada persona que venga no va a querer hacer mal a la compañía, sino seguir haciendo que crezca. En verdad somos nosotros quienes estamos y venga quien venga, los bailarines somos la identidad de la compañía y los que tenemos la responsabilidad de llevar esto adelante. Vamos a querer seguir llevando la excelencia a nuestro público y a seguir disfrutando lo que hacemos.

Una Gran Gala que mezclará estrenos y reposiciones

Esta noche el BNS estrena la Gran Gala de Ballet, cuyo programa contará con suites de obras ya realizadas por la compañía, como La bella durmiente coreografiada por Mario Galizzi, El Quijote del Plata creada por Blanca Li, un pas de deux de Adagietto de Oscar Araiz y una suite de Encuentros, ballet creado por la uruguaya Marina Sánchez. “Se podría decir que es como una Gala Aniversario del BNS”, dice Ciro Tamayo a El País. “Hacemos tres grandes obras que ya ha hecho el BNS en el transcurso de la dirección de Igor, como para celebrar su dirección artística”, señala el bailarín español.

Además se realizará suites de espectáculos que no se han visto antes. Uno de ellos es Intake, un ballet que Francesco Ventriglia “armó para unos compañeros nuestros en una gala y lo aprovechamos porque es nuestro subdirector, y así poder aportar un poco de su coreografía”, dice Tamayo.

El programa también contará con una variación, coreografía de Igor Yebra de El cisne, que es una manera de celebrar “esta obra súper famosa para mujer que se hizo conocida en los tiempos de la danza rusa. Es la muerte del cisne, ahora interpretada por un varón. Creo que al público le va a impactar mucho”, dice Tamayo.

Además el Primer Bailarín del BNS integrará el pas de deux creado por el argentino Mauricio Wainrot, Chopin número 1, quien ya colaborado varias veces con la compañía estatal.

“Esa suite fue uno de los motivos por los que me estresé con este programa, porque es un pas de deux bastante largo, son unos 10 minutos, había que aprender mucho con un lenguaje contemporáneo nuevo. Había mucho para incorporar en poco tiempo y los primeros días estaba bastante nervioso, pero a medida que fue tomando forma uno adopta el lenguaje y empieza a estar seguro”, dice Tamayo.

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