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Animación que interactúa con actores

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El ilustrador

Teatro para niños

El ilustrador, la nueva obra de Damián Barrera, todos los días en la Zavala Muniz

Damián Barrera, creador de la compañía Bestia Peluda Teatro, fundada en 2012, viene marcando una manera original de hacer teatro para niños en Uruguay. Y una de sus cartas más fuertes ha sido la mezcla de tecnología digital y actores en vivo, realizada de modo creativo. Este año durante las vacaciones de invierno, su trabajo se puede ver en la Sala Zavala Muniz, donde diariamente se está dando El ilustrador. La obra se hace todos los días hasta este domingo, y luego los fines de semana hasta el 12 de agosto. Tickantel, a $ 350.

Uniendo cine de animación y el teatro, el espectáculo cuenta una historia sobre las relaciones familiares, a través de una trama fantástica. Con texto y dirección de Barrera, el elenco lo integran solamente dos actores: Susana Anselmi y Emanuel Sobré, quienes trabajan en el marco de un fuerte apoyo de diseño de escenografía, animación, ilustraciones y audiovisuales.

“La idea esta vez fue combinar el cine de animación con el teatro, tomado personajes de la obra, animarlos, y hacerlos convivir en la escena. Un personaje animado se puede sentar a la mesa, o pararse arriba de ella. Y creo que es sorprendente como ese personaje que no es físico termina conviviendo dentro de un espacio convencional. Eso llama mucho la atención del público”, explicó Barrera a El País.

Detrás de este espectáculo de dos actores, hay un equipo técnico de una docena de personas, que lógicamente también trabajan en diseño de sonido, para amalgamar el conjunto. Con su teatro multimedia, el director y su compañía han recibido 22 nominaciones a los premios Florencio para Niños, cosechando el Florencio a mejor director en 2012 por Señor M, en 2015 por Viaje al centro de la Tierra, y el año pasado por El lugar de las luciérnagas.

“En esta nueva obra dimos un paso más, y no solamente ambientar espacios a través de la tecnología, sino también darle vida a determinados personajes. Creo que hemos logrado escenas muy cómicas, jugando con los personajes que son reales y los que no”, comenta el director, quien en los primeros ensayos de la obra, representa él mismo los personajes que luego cobrarán vida desde la animación.

“Yo me colocaba en el lugar donde iba a ir el personaje animado. Eso lo filmamos y el video va para el ilustrador y el animador. Sobre los tiempos y las interacciones de ese video, sobre esos gestos y movimientos, se fueron haciendo las ilustraciones y luego se fue haciendo la animación. Con ese material se volvía al ensayo, para estudiar el resultado. Ahí se ajustaban los tiempos con la escena, y luego se agregaba el sonido”, detalla Barrera.

Con estos materiales, el artista creó esta historia de un ilustrador, que es el responsable de dibujar todos los libros del mundo. Y ahí entra el juego la abuela, y los problemas familiares se van mezclando con una historia fantástica, totalmente inverosímil. “Para los niños, la presencia de lo digital en escena es normal. No les sorprende, no es nuevo para ellos. Quizá los padres se sorprenden un poco más. Pero lo que sí da más sorpresa es la interacción de las proyecciones con los actores”, redondea el director.

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