Instagram se volvió una plataforma para el humor.

Consejos de amor, observaciones sociológicas e iras cotidianas en clave de humor se volvieron virales gracias a Instagram, que desde 2013 permite que los usuarios graben videos de menos de 15 segundos. Así las estrellas de YouTube se volvieron cosa del pasado y dieron paso a los cómicos de Instagram, que cosechan cada vez más seguidores gracias a sus micromonólogos de stand up.

La forma de descubrir las cuentas es casi de casualidad, navegando en la sección de recomendaciones de la aplicación. A partir de ahí, el que da con uno que hace buenos videos lo comparte con sus amigos. Con el link a través de Whastapp o mencionando a otro usuario en los comentarios, en cuestión de segundos ya son varios los que lo comienzan a seguir. Así se explica, por ejemplo, como Gregorio Rosello (@gregorosello) el 3 de septiembre del año pasado tenía 10 mil seguidores y el mismo día, pero de noviembre, llegó a los 110 mil. Ahora va por el medio millón.

Uno de los pioneros fue Esteban Menis, el creador del programa de YouTube Eléctrica, que antes era conocido por su usuario, @llorodefelicidad. Tan pionero fue, que ahora ya está prácticamente retirado. "Hay un millón de personas haciéndolos y la mayoría dan vergüenza ajena, eso hizo que me dé vergüenza ajena de mí mismo y dentro de todo estoy bien, no podés mentir sobre la infelicidad. Esa empatía forzada no da", confesó con su clásico humor ácido en un video de hace casi un mes.

Esa es, justamente, la clave de estos videos, así como la del stand up, la empatía. Las situaciones más o menos felices que cuentan los usuarios despiertan reacciones como: "todo lo que siento resumido en 15 segundos". Ese comentario fue escrito en un video de Santiago Vázquez (@santivazquez), hermano del actor argentino Nicolás Vázquez, en el que hablaba de lo mal visto que está ir al cine solo: "¿Qué pasa con esta sociedad? Nos obligan a estar en pareja, en serio lo digo", concluía en el video.

Claro que más allá de lo divertido y el hobbie, para algunos Instagram se ha vuelto la forma de saltar a la fama —así como sucede con las modelos. Una buena cantidad de seguidores significan posibles auspiciantes (sobre todo las chicas que tienen ofertas de marcas de ropa y zapatos) que les ofecen mercadería a cambio de publicidad. También los invitan a hacer "presencias" en boliches a cambio de dinero. Los "instagrammers" los anuncian en sus perfiles y convocan a sus seguidores a que vayan.

A los que le va mejor han capitalizado su momento de fama en la plataforma para pasar al teatro, la televisión o la radio. Por ejemplo, Gregorio ahora hace stand up, Natalia Jersonsky (@natijota) es notera del programa ESPN Redes.

Muchos, incluso, ya tienen fanáticos que le declaran su amor en los comentarios y los paran en la calle. Santiago Maratea (@santimaratea), por ejemplo, contó a Clarín que ha recibido toda clase de regalos. "Una vez publiqué que tenía ganas de tomar un helado y cayó una fan a casa con un cuarto kilo", declaró al medio argentino. Y todo empezó con un video en el que se tiraba una tostada en la cara.

Esteban Menis (@estebanmenis). Fue uno de los primeros en usar los videos de Instagram para hacer humor. Tiene un estilo ácido.

Belén Lucius (@belulicus). Se hizo famosa durante el mundial de rugby por ser la novia de un Puma, pero sostuvo la fama a base de videos graciosísimos.

Federico Cyrulnik (@fedecyrulnik). Sus mejores videos no están protagonizados por él sino por sus perros, Pampa y Tito Pitbull. Ya hacía stand up desde antes.

InstagramALEJANDRA PINTOS