Cocina on demand

La gastronomía, un fenómeno que se expande en los nuevos servicios de streaming

La pasión de los espectadores por la gastronomía no se limita a la televisión uruguaya. Si bien programas locales como MasterChef, De la tierra al plato y los argentinos Bake Off y Fuego están en las pantallas locales, en el streaming hay todo un universo de series, documentales y películas relacionadas a la gastronomía que vale la pena ver.

El cine, por ejemplo, ha presentado la cocina desde diferentes ángulos. Hace poco más de tres décadas, Gabriel Axel ganaba el Oscar a la mejor película extranjera con La fiesta de Babette, que contenía una de las cenas más vistosas del cine. Si bien la película danesa no se encuentra en servicios de streaming, sí están otras que tienen la misma temática. Está la relación entre la bloguera con ganas de cocinar y la chef Julia Child en Julie & Julia; o la historia del cocinero interpretado por Bradley Cooper que toca fondo y busca una nueva oportunidad en Una buena receta; la de la cocinera que tiene que bajarle las calorías a la dieta del presidente Miterrand en Los sabores del palacio, o la animada de Disney Ratatouille que pregonaba que cualquiera puede cocinar; o la comedia con Hellen Mirren sobre una chef que tiene que competir con un joven chef hindú en Un viaje de diez metros. Las dos últimas están en NSNow, y las otras en Netflix.

Pero la gastronomía también está en distintas series documentales de este último servicio.

Una de las más interesantes, por su tratamiento estético y la calidad de los chefs que se entrevistan es Chef’s Table, la serie documental creada por David Gelb que presenta las historias de importantes cocineros, sus rutinas, inspiraciones, y las complejidades de sus cocinas y preparaciones. Y si bien nombres como Massimo Bottura, Alex Atala o Virgilio Martínez pueden sonar extraños para el público general, son algunos de los más prestigiosos cocineros de la actualidad (también está Mallman, más popular). La semana pasada se estrenó la cuarta temporada de esta nominada a seis Emmy, dedicada enteramente a los pasteleros.

Más cercana a la antropología culinaria que a la vida de los cocineros, Ugly Delicious derriba ciertos mitos sobre la gastronomía, enfocándose en la cultura de las cocinas mundiales. Protagonizada por el chef David Chang (también aparecen varias celebridades como Aziz Anzari, Ali Wong o Jimmy Kimmel), Ugly Delicious presenta la historia de platos icónicos de la gastronomía mundial como la pizza, los tacos o el pollo frito. De esta forma, Chang viaja por distintos rincones del mundo para mostrar los secretos de esos platos de fama global, y comparte protagónico con el crítico culinario Peter Meehan. La serie se asemeja a The Search for General Tso, que también buscaba el origen del platillo de la gastronomía china del título.

En esta categoría también se podría agregar Anthony Bourdain: No Reservations, la premiada serie de ese roquero de la cocina, que viaja por el mundo probando preparaciones más complejas, ridículas y apetitosas; igual que Somebody Feed Phil, conducido por Phil Rosenthal, el creador de la serie Everybody Loves Raymond.

También hay documentales de denuncia, como Rotten, sobre la industria alimentaria, que muestra la corrupción y los desperdicios que se realizan para los alimentos que consumimos diariamente. Una temática similar aborda What The Health, documental dirigido por Kip Andersen y Keegan Kuhn, donde la relación entre la industria alimentaria, el gobierno y las organizaciones farmacéuticas está presente, se combina y termina afectándonos a todos. Es una película que, sin dudas, disfrutarán los amantes de las conspiraciones del gobierno.

Saliendo un poco de ese tono dramático, hace unas semanas también se estrenó la serie Nailed It, un concurso de gastronomía que consiste en que tres cocineros amateurs repliquen sofisticados postres. Hasta allí, nada distinto a cientos de realities similares: pero y la gracia de este programa consiste en ver las espantosas preparaciones que consiguen presentar los participantes al jurado.

La gastronomía, esa alquimia que permite transmutar, gracias al fuego, a las verduras y proteínas en preparaciones vistosas y sabrosas, seguirá atrayendo a los espectadores cuando hay calidad para presentarla y buenas historias que contar. Lo único que le falta a estos programas es que los olores y sabores puedan traspasar la pantalla, para tener una sensación más completa de lo que es tan vistoso en pantalla.