La diva contó que la megaconstrucción ubicada en Garzón (Maldonado) "es un refugio de amor", pero no lo tiene.
Susana Giménez concedió una extensa entrevista al diario Clarín a pocos días de volver al teatro con la obra Piel de Judas, bajo la dirección de Arturo Puig.
Sobre su decisión de regresar a los escenarios, expresó: “Quiero devolverle a la gente todo el amor que me dio durante años. Ahí se lo puedo mostrar personalmente. Esto es como cortarse el pelo. Renueva. Es un challenge. Es bueno un desafío, el programa después de años lo hacía de taquito. Salgo a probarme otra vez, pero en lugar de tener una cámara y dirigirme a millones, me dirijo a mil y veo reacciones. Toda la gente que me escribe y me sigue en tantos años y no me vio de cerca. Me tengo que mostrar. Tienen que llegar a mí. ¡Para que vean que flaquita soy, que la tele engorda!”, aseguró entre carcajadas.
Susana también habló de su momento en amores. Dijo que está muy bien "soltera y sin apuro".
“Soy feliz. Tengo otras cosas que llenan mi vida. Ya tuve mucho hombre, mucho novio, mucho amante. Ya está. Estoy contentísima. Me han hecho cagadas grosas”.
Agregó que tal situación sentimental la lleva a vender su nueva chacra en Uruguay, La Tertulia, casi sin estrenarla. La propiedad, ubicada en las cercanías de Pueblo Garzón, a unos 75 kilómetros de Punta del Este, está a la venta por unos 10 millones de dólares.
"De la Chacra de Uruguay me quiero desprender, pero todavía no tengo tiempo para ocuparme. Para ir, tenés que tener un amor. Es un refugio de amor, pero como no tengo el amor...”, dijo.
Mal de amores