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"Sigo teniendo contacto con los extraterrestres"

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"Con China Zorrilla compartí 60 años de carcajadas". Foto: R. Figueredo
Nota a Carlos Perciavalle, actor y humorista uruguayo, 20160105, foto Ricardo Figueredo, Maldonado
Archivo El País

El actor y humorista uruguayo estrenará mañana en el Nogaró de Punta del Este su nuevo espectáculo sobre China Zorrilla.

En entrevista con El País, el Rey del Café Concert recuerda a su apreciada amiga y habla sin empachos de dos de las declaraciones más rimbombantes que hizo en sus 75 años de vida (a riesgo de que lo tilden de “loco”): el día en el que cree haber visto a Hitler y a su esposa Eva Braun en Bariloche (estaba con China Zorrilla que tuvo la misma impresión) y sus contactos con extraterrestres, que le “salvaron la vida” porque las drogas lo estaban matando. Incluso se anima a decir que los Beatles y Steven Spielberg son “enviados” de otros planetas.

—¿Qué fue China para ti y qué planteás en tu espectáculo?

—Un personaje muy cercano, con quien compartí 60 años de carcajadas. Lo último que quiero es hacerle un "homenaje" grandilocuente o triste. Es una cosa alegre, cosas divertidas que hemos vivido, hay algunas caricaturas, conversaciones con ella en una pantalla. Cuando lo hice en el Movie de Montevideo, el público aplaudió 9 minutos de pie, fue una cosa impresionante. Si en algún momento la gente lloró fue de alegría o de emoción, pero no de tristeza. No hay golpes bajos, sino muchos recuerdos, como cuando hicimos "El Diario de Adán y Eva" en los ‘70, ‘80, ‘90 y en 2012. Recorrimos toda América. Habíamos ya empezado en Nueva York con "canciones para mirar", que la hicimos 2 años.

El último día antes de irse a ser la estrella que más brilla en el firmamento, me dijo: ¿Te querés casar conmigo? Le contesté: No, China, porque a vos te gustan los pendejos y me vas a llenar de cuernos. "Yo no me quiero ir de esta vida sin haberme casado con vos y sin haber sido millonaria", me dijo, a lo que yo le recordé que no tenía tanta plata. Y remató: "Pero con lo que nosotros nos hemos reído, si la risa valiera dinero, Amalita Fortabat sería una bichicome al lado nuestro".

—Junto con China, tú sos uno de los primeros uruguayos que triunfó en Buenos Aires. ¿Vas seguido a Argentina?

—He estado yendo poco, porque no me gustaba el gobierno y cómo se vivía, había muchas cosas que no me gustaban. Pero ya me pidieron este espectáculo para Buenos Aires y le tengo mucha fe a Macri, aunque es un escándalo lo que esté pasando con estos presos que se fugaron de una cárcel de máxima seguridad en la que el que estaba en la última puerta, tenía un revólver de madera porque como es testigo de Jehová no puede manejar armas. La Argentina es un poco un país en joda (se ríe).

—¿Se han metido con tu vida los programas de chimentos?

—No, yo siempre dije la verdad, así que no me importan… Tenía buena relación con Lucho Avilés, que era uruguayo, y fui yo quien introdujo a Jorge Rial en la farándula, porque fue uno de los productores de mis programas de televisión. Tengo 75 años y los conozco desde que tenía 20.

—Dijiste que los extraterrestres te "salvaron la vida" hace muchos años tras un accidente de auto —en el que incluso los medios te dieron por muerto— dándote una "nueva oportunidad", después de una vida de excesos que incluía la cocaína. ¿Has seguido teniendo contacto con ellos?

—Se me siguen presentando, permanentemente. En el kilómetro 129 de la Ruta 9, que va al Chuy, está el Cerro de la Luz. En un día muy nublado, la persona que está ahí, Miguel, nos dijo "saquen fotos igual, porque este lugar está rodeado de naves". Sacamos fotos y cuando las revelamos y las ampliamos, se ven las naves perfectamente. La última vez que fui estaba con mi hermana Graciela. Me tiré ahí y sentí atrás mío una presencia luminosa. Mi hermana dijo: "¿Yo estoy loca o veo un ángel atrás de Carlos?". "No, no estás loca", le respondió Miguel.

—Declaraste alguna vez que los extraterrestres te dijeron que no te podías morir en aquel accidente porque tenías una misión que cumplir: hacer reír a la gente.

—Exacto. En un momento los extraterrestres me pidieran que no hablara de esto, pero últimamente me piden que lo difunda, es como si quisieran que la gente se comenzara a acostumbrar a la existencia de otras vidas más allá de la terrestre. Pero no se puede crear un caos como ocurrió con Orson Welles (N. de R.: Que en 1938, en un programa de radio en EE.UU., simuló una invasión extraterrestre generando pánico e incluso suicidios). Pienso que, tal vez, Orson Welles era un enviado.

—¿"Enviado" extraterrestre?

—Pienso que sí, que Spielberg también lo es: un extraterrestre con forma humana. Los Beatles también, jesucristo podría haberlo sido. Los tres reyes magos venían siguiendo una estrella que podría haber sido una nave. Jesucristo puede haber sido un enviado al que no entendieron y lo mataron. Escuchá lo que dicen los Beatles: All you need is love (Todo lo que necesitas es amor). Son todas canciones de amor, pacíficas, no hay nada de guerra o de muerte.

—Otra de tus declaraciones sorprendentes ha sido la de que en 1969 vieron con China Zorrilla, en Bariloche, a Adolfo Hitler y su esposa Eva Braun…

—Salí a dar una vuelta con China a las 17:00 horas, manejando yo, cuando llegamos a un hotel llamado "El Casco", sobre el lago Nahuel Huapi. Era un hotel con terrazas que iban bajando hacia el lago, con flores, una belleza total. Le dije a China "vamos a hacernos los norteamericanos y a comer a las 6 de la tarde". Entramos y el mozo hablaba un poquito de español (imita el acento alemán). Comimos brutal. Cuando termina, nos dice (imposta otra vez la voz): "el dueño de este hotel sabe que ustedes son artistas y los quiere saludar". Yo voy al frente siempre y le dije que sí. Al salir veo una especie de murallón enorme, muy alto, con una puerta de madera en el medio. Toqué timbre como si nada, se abre la puerta y aparecen 12 dobermans. Oímos una voz en alemán y los perros se quedaron quietos. Entramos a una casa enorme que en la mitad tenía una chimenea de esas que te ponés alrededor. Había unas 300 personas. Más allá, tres espacios que salían hacia el lago, en uno de los cuales, en una mesa en el centro, me pareció ver a Hitler y a Eva Braun. Con China nos miramos, ya habíamos oído decir que Hitler estaba en Argentina. Le dije vámonos y nos fuimos. No fui a saludarlo, de repente me acerco y era Alberto Olmedo disfrazado. China vio exactamente lo mismo. Tenía una cicatriz sobre su labio, y hace poco vi en Discovery Channel que usaba el bigote para tapar esa cicatriz. De Eva Braun estoy seguro que era ella, porque era actriz y la tenía muy bien vista. Cuando llegamos al hotel, nos encerramos con llave y nos dijimos: ¿Vos viste lo que yo vi? Decidimos no decirlo de por vida. Pasa el tiempo y vuelvo a Bariloche de gira con Antonio Gasalla, en 2001. Había un hombre muy viejito en la recepción del hotel Edelweiss, con un acento alemán. Me comentó que el dueño de "El Casco" había muerto y vendido el hotel. Le comenté mi experiencia y me dijo: "Todos los alemanes que vivimos en Bariloche sabemos que el führer vivía 6 meses en Chile y 6 meses en Argentina".

Juego de nombres.


—Mirtha Legrand

—Una reina.

—Susana Giménez

—Una estrella maravillosa.

—Marcelo Tinelli

—Si Mirtha es reina, Tinelli es un virrey. Es una gran persona, un hombre muy inteligente, muy capaz.

—Aníbal Pachano

—(Pone una cara rara) Yo trabajé mucho con él, es muy trabajador. Me gustan algunas de las cosas que hace.

—Antonio Gasalla

—Es el mejor.

—¿Mejor que vos?

—Sí (asiente largamente).

—Moria Casán

—Una gran carcajada. Es una mujer que desdramatiza todo. Lo que le pasó en Paraguay fue algo espantoso y ella lo desdramatizó. Yo la llamé y ni bien me escuchó largó una carcajada.

—Maxi de la Cruz

—¿Es el hijo de Cacho? Muy buena persona. Trabajó también conmigo en mi teatro. Un tipo divino.

—Cacho de la Cruz

—No sé por qué no está más en televisión. ¿Es por edad que lo retiraron? Es Búfalo, como vos (le dice al periodista). Un tipo de fiar, un tipo entero. No te puedo decir que me muriera con todo lo que hacía, pero para mí el show de Chichita era algo estupendo.

—Mauricio Macri

—Lo adoro. ¡Macri para todo el mundo! Además es de Boca, igual que yo. Es amigo mío, lo quiero mucho y le tengo una fe ciega.

—China Zorrilla

—¡Mamaaa! (exclama mirando hacia arriba). Fui mi gran amiga, mi esposa.

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"Con China Zorrilla compartí 60 años de carcajadas". Foto: R. Figueredo

Carlos Perciavalle

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