IMPENSADO

Los primeros indicios habían surgido hace un par de años, y al parecer es así: uno de los tips de belleza de Tom Cruise, justo ese que lo mantiene joven y con la piel tersa, sería una mascarilla con excremento de ruiseñor. Así de específico; por las dudas, no lo hagan en sus casas.

Según publicaciones internacionales como Now o en su momento Showbiz Spy de las que se han hecho eco medios latinoamericanos, el protagonista de la saga Misión: Imposible es muy fan de este tratamiento que consiste en mezclar las heces de este ave con salvado de arroz y agua, y aplicarlo como una máscara facial. El asunto lo hace algún esteticista especializado y cuesta 180 dólares por sesión.

El trascendido dice que un buen amigo del ambiente de Hollywood le recomendó este tratamiento a Cruise, que no está para nada de acuerdo con el uso de botox y las cirugías estéticas.

Pero tampoco es que este tip sea el secreto mejor guardado de los famosos, puesto que de la mascarilla de caca de ruiseñor se habla hace varios años. El periódico Daily Mail la nombró por primera vez en 2014 como una práctica habitual de Victoria Beckham, y ahí ya figuraba el nombre del galán como uno de los nuevos adeptos a esta tendencia.

Para esa nota, la esteticista Shizuka Bernstein explicó que esa materia fecal en particular tiene enzimas que eliminan la piel muerta y sirven de exfoliante, que es traída de la isla japonesa de de Kyushu y que es una tradición que viene de las geishas. Cada uno con sus gustos.

La última rareza que se le había conocido al actor era que estaba liderando el proyecto de filmar una película en el espacio. Además, para no afectar tanto el rodaje de la nueva Misión: Imposible a causa del coronavirus, trabaja en montar un rodaje en una zona abandonada de Oxfordshire, donde mantener el aislamiento sería más sencillo.