COLUMNA FARANDULERA

fabiola bouvier

Solo de escuchar el nombre de Brad Pitt ya me emociona, así que dale, contame qué le pasó ahora al botija, le dije a mi amiga Irene.

Querida, botija era cuando apareció en Thelma y Louise, y de eso ya pasaron 30 años, me dijo.

No me hagas acordar que me viene algo. Igual el Brad está divino pese a que ya no tiene 20 pirulos. Y fue la muerte, un vampiro, un detective, un loco, doble de riesgo y hasta un astronauta en estos años. Más trabajos que Barbie ha tenido el Brad.

Sí, hizo de todo y ya sé que te encanta, igual dejame contarte que recién ahora salió a decir porqué engañó a Jennifer Aniston.

Ah, esto se pone interesante, le dije mientras me refregaba las manos por la noticia; contame.

Mirá, dijo Irene, le dijo a una revista que consideraba que su matrimonio con la Jennifer era aburrido, y él quería una vida interesante.

¿Otro más que sale con el matrimonio aburrido como excusa para engañar?, lo tenía más serio.

Sí, te quejás ahora, pero bien que lo aceptarías si te llama a la puerta.

Siempre me imaginé ser como la Renée Zellweger en la escena que tiene con Tom Cruise en Jerry Maguire. A mí es Brad el que me derrite con un simple: “hola”, le dije.

Bueno, sí, usó la excusa de la vida poco interesante; igualmente dijo que que “Jen es una mujer increíblemente cariñosa y amorosa que sigue siendo mi amiga”.

Mirá, no la tenía a la Jennifer siendo amiga de su ex; resultó más moderna que todos nosotros.