Criticaron a la actriz porque dijo que quiere "un parto natural como cualquier hembra".

Mamita, qué lio te armaste al santo botón mi querida Emilia Attias, pudiendo hacer lo que querés hacer, sin levantar esta polvareda, ni generar este circo mediático por tus frases.

Entiendo que los adalides de la alta moralidad se hayan sentido heridos en lo más hondo de su ser por los comentarios que realizó a una revista: “quiero tener un parto natural como cualquier hembra” (porque no dijo como toda mujer), que dijo la preciosa actriz Emilia Attias pero, ¿qué somos sino hembras y machos de una misma especie? Puedo entender que la frase no fue la más afortunada para la sociedad machista donde vivimos, donde hay temas que preferimos no escuchar. Por lo que mostrarla con esa pansa divina e inmensa en la portada de una revista vacía, no fue la mejor decisión, pero dejen vivir.

Una situación parecida vivió Carla Conte, cuando en 2009 prefirió tener un parto en su domicilio y se armó también terrible batahola porque no lo quiso hacer en un aséptico hospital, donde tenés que dilatar a tal hora y si no te inyectan o te cortan.

Entonces yo me pregunto: ¿a quién le importa si alguien decide tener un parto sin anestesia, sino a la que lo va a sufrir? A nadie, claramente. Ni yo ni nadie va a sentir nada cuando llegue el momento que nazca ese bebé, salvo la madre. ¿No hay quienes quieren tener sus hijos en bañeras, piscinas o en hospitales? Bueno, a nadie le extraña esto, pero cuando esta fémina acérrima defensora de los animales decide que quiere hacer las cosas a la vieja usanza (que no le inyecten nada extraño en su cuerpo), o sea como toda madre en la naturaleza que da a luz, se encienden las alarmas de un grupo de machistas de alma que no entienden que, más allá de las apariencias físicas, somos 99% iguales a muchos animales que habitan el planeta.

Por lo que les pido, machistas (ellos y ellas, eh!) del mundo, si la chica quiere sentir lo que es parir, déjenla!

COLUMNA FaranduleraFabiola Bouvier