"Hablemos otra vez de Pampita", dice la columnista Antonia Ríos.

No quiero más hablar de Pampita, ustedes saben porque ya se los he dicho muchas veces. Pero me obligan, porque los escándalos a su alrededor aparecen debajo de cada piedra que se levanta. ¡Qué veranito te mandaste, querida!

Repasemos: hubo crisis con Benjamín Vicuña, su pareja por más de 10 años y padre de sus hijos; los empleados filtraron audios de unas peleas horribles; ella lo encontró (según su versión) con China Suárez en un motorhome; lloró y lloró; se fue de vacaciones; volvió a reír.

Las vacaciones las pasó casi siempre en Punta del Este, y allí se la vio bastante contenta (incluso bromeó con los paparazzi, les “robó” una cámara e hizo que los fotografiaba), y muy flaca. También negó haber bajado de peso, aunque se le marcan todos los huesos.

Y en Punta le buscaron novio. Primero fue Chano Charpentier, el cantante de Tan Biónica, pero parece que no, que sólo son amigos. Después un DJ francés de nombre raro; también dijeron que no.

Ahora es Nacho Viale, nieto de Mirtha Legrand, hermano de Juana Viale y adivinen qué... ¡Exnovio de la China Suárez!

Jorge Rial, como siempre, tiró la bomba y dijo que Viale “se estaba comiendo” a Pampita. Parece que él viajó a la playa a festejar su cumpleaños número 35 y que la modelo, que estaba por volverse a argentina, se quedó unos días más para verlo. Al final se encontraron a solas, y hubo química.

Ninguno salió a desmentir este rumor que ayer alborotó a todo el mundo, pero Pampita debería plantearse qué quiere hacer con su vida. Porque parece que espera que los medios de prensa la dejen en paz pero lo único que hace es meterse en líos cada vez mayores.

De tantos hombres en el mundo, ¿justo tiene que fijarse en el ex de la presunta actual de su ex? Qué lío que me hice.

columna faranduleraANTONIA RÍOS