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Julio Ríosse mostró crítico con el "cambio" de actitud de los entrenadores Mauricio Larriera y Alejandro Cappuccio. A juicio del periodista, cuando los DTs estaban al mando de equipos "menores", solían dar notas y en la actualidad "no atienden el teléfono". 

"Llegaron a Nacional y Peñarol y parecen haberse olvidado de que la prensa también existe. O por lo menos de este equipo periodístico. No hablo por los demás", dijo Ríos en Las voces del fútbol. 

El periodista aclaró que tiene "el mejor de los conceptos" a nivel personal sobre Larriera y Cappuccio pero cuestionó su silencio, incluso si forma parte de alguna cláusula en su vínculo con Nacional o Peñarol. 

"Si le venden el alma al diablo y uno llega a un determinado lugar y para dirigir un equipo, tiene que agarrar y no hablar con la prensa, hacer determinadas conferencias o ahora que arreglaron con Tenfield, hablar exclusivamente con Tenfield, no habla bien de ellos", dijo.  

"Porque están mostrando una fragilidad. Me contrataste como técnico, está bárbaro.Yo cumplo a rajatabla, trato de armar el mejor equipo, pero no me despersonalices. Aparte, ¿cómo es la historia? Si yo hasta hace cuatro meses atrás dirigía un equipo y el periodismo se portó muy bien, ¿cómo es la cosa? Lo llamábamos y salía Cappuccio sin ningún tipo de inconveniente porque obviamente le servía salir y fue receptor de merecidos elogios. ¿Se cambia tan rápido la forma de ser? No lo entiendo", opinó Ríos.

"No es que me complique la vida, ni voy a dejar de dormir porque el técnico de Nacional o de Peñarol no hablen hoy. Simplemente marco el tema. No puede ser que hace cuatro meses hablabas cuando querías y ahora no atienden más el teléfono", agregó. 

El periodista se refirió luego a los "códigos". "Si alguien conmigo fue bien en momentos en que la venía remando, no me permito, al menos de forma consciente, ser injusto", agregó. 

"A veces uno elabora determinadas percepciones de la gente. Los otros días un oyente me escribe algo espectacular, no sobre los técnicos, sino sobre los jugadores que cambian el teléfono después de que triunfan en Europa y están en otro nivel. "'No es que cambiaron. Simplemente eran así, el tema es que no tenían guita', me escribió. Creo que es así. La esencia normalmente no se modifica", consideró.