ENTREVISTA

Nicolás Lauber

El año pasado, Juana Viale se puso al hombro el ciclo que históricamente condujo su abuela, Mirtha Legrand, confinada por la pandemia del coronavirus. Este fin de semana Viale regresa con los dos ciclos familiares, La noche de Mirtha y Almorzando con Mirtha Legrand. La Tele no anunció estrenarlos en Uruguay.

En una entrevista exclusiva con El País, Viale dijo que el año pasado fue un gran desafío para ella. “Arranqué por 15 días, lo que iba a ser el inicio de la cuarentena, que después se fue extendiendo y terminaron siendo nueve meses. Fue un desafío impresionante estar en esa mesa los sábados y domingos que son, además, dos programas muy distintos”, dijo.

—¿Te hizo revalorizar el trabajo que hace Mirtha?

—No sé si revalorizarlo porque ella tiene una cintura que no la tiene nadie. Siempre fue muy trabajadora. Ya siendo muy chiquita, a los 14 años, hizo su primera película y todavía no pone el freno al laburo. Y encontró un formato para realizar, que es lo que hago en su suplencia. Soy actriz y de repente me senté en la mesa con infectólogos, políticos y yo solo esperaba que no me agarrara un soponcio. Pero fui aprendiendo en el andar -que me parece que es lo más importante- a llevar adelante un programa por nueve meses que tenía un sello propio sin lastimarlo y manteniéndolo con la seriedad que puedo. Por lo menos los sábados, porque los domingos se me volaba todo.

—¿Y qué te decía tu abuela?

—Le encantaba, porque es un poco como soy yo. Entonces a ella le gusta. Y no es que se desayunó un martes 13, sabía perfectamente quién es su nieta.

—El año pasado surgieron rumores acerca de una posible mudanza a Uruguay. ¿Qué hubo de cierto?

—Lo que pasa es que uno dice algo y termina siendo como un teléfono descompuesto amplificado por las redes. Dije algo así como “qué lindo sería vivir en Uruguay” pero de eso a mudarme y elegir colegio, por ejemplo, es mucho. Además, con trabajo y en plena pandemia, con los movimientos limitados hubiera sido casi imposible. Uruguay es un deseo en mi vida, pero imposible de cumplir ahora.

—¿Te animarías a entrevistar a tu abuela en un especial?

—Intenté entrevistarla cuando vino al programa, pero es difícil. No es fácil entrevistar a alguien que conocés tanto, porque sabés de antemano varias de sus respuestas y porque tampoco querés incomodar.

—Como madre, ¿cómo fue tener a tus niños en casa encerrados mientras tenías que salir para hacer el programa?

—Fue un aprendizaje para todos, pero la llevamos bien. Al principio más relajados porque era marzo o abril con buen clima. Y después fue un invierno difícil para los chicos encerrados que veían que su mamá se iba a trabajar y ellos no podían salir. Pero todo se va aprendiendo, charlando porque nadie nace sabiendo que va a vivir una pandemia. En lo que refiere al trabajo fue una universidad el estar al frente de un programa de actualidad, poder estar en la casa de la gente y ser su compañía, porque eso fue la televisión para muchas personas que estaban solas, o los muchos mayores que no podían ver a sus seres queridos. Por eso me enorgullece haber sido un canal y un momento de distracción para unir pequeñas redes para que la gente no se haya sentido tan sola. Si esa era la función, siento que completé mi trabajo.

—Este año el programa tiene nuevo estudio. ¿Cómo se siente el cambio?

—Nos mudamos y tenemos una escenografía nueva, gigante y con la cocina más integrada. Es un gran esfuerzo que hace mi hermano (Nacho Viale) con su productora. Apoyan y apuestan en este año que en Argentina no es fácil. No nos aguantamos más para arrancar.

—Vas a conducir hasta que Mirtha tenga la segunda dosis contra el COVID.

—La abuela se va a dar la segunda dosis pero no creo que regrese los sábados y domingos. Va a hacer especiales con cuatro invitados, que es lo que el protocolo permite en la mesa, pero creo que no quiere todavía volver a eso. Por ahí dice que sí, viste cómo es ella, y en un mes se dio la segunda dosis y me dice “un besito y a tu casa”. Lo importante es que se dio la primera dosis, está contenta, y eso para una persona de riesgo es enorme.

—¿Tenés fecha para tu turno con la vacuna?

—Y, a este ritmo, en cinco o seis años más o menos (risas).

Conducir dos ciclos tan distintos como La noche de Mirtha y Almorzando con Mirtha Legrand no son los únicos proyectos que tiene Juana Viale para este año.

“Quiero volver con mi programa de cocina que tenía por Instagram que lo hacía los martes”, dice Viale. Ese es su proyecto más querido y también el sencillo de concretar. “Tengo que reubicar la agenda y ver cómo lo hago, pero es un proyecto muy lindo que me gustó: cocinar con chefs argentinos que están por todos lados”, dijo.

El año pasado comenzó a pensar en una obra de teatro, aunque la pandemia y el confinamiento en Argentina, el estreno que estaba planeado para inicios de año, tuvo que “patearlo para el segundo semestre. Pero creo que de ahí no lo movemos”, dijo.

Esa obra ya está en sus etapas iniciales y Viale está en conversaciones con el productor y director de la obra. “Por ahora estamos con las charlas, porque los pasos ahora son como pan y queso, porque mucho no se sabe. Así que todo es así, lento hasta que se lanza”, dijo.

Además del ciclo de cocina y la obra de teatro, Viale volverá a grabar una película, luego de Camino sinuoso que presentó en Uruguay durante el Monfic de 2019. La filmación de la película, que no quiso revelar ningún dato por cábala, comenzará, también, en el segundo semestre del año.

—¿Tanto cine como teatro son de julio en adelante?

—Sí, pero igual, julio es mañana. No puedo creer que estamos a días de arrancar el mes cuatro del año. Por momentos parece que ayer estábamos arrancando el 2020.