COLUMNA FARANDULERA

Cada vez que andaba por la calle (qué tiempos aquellos) me ponía a ver a la gente y a sus perros. Y les tengo que decir que siempre encuentro un parecido entre los dueños y sus canes; el domingo pasado sucedió algo así, entre abuela y nieta.

El domingo, suplantando a su abuela, Juana Viale se hizo un peinado muy a lo Mirtha Legrand: bien tirante, con flores y alusiones flamencas. A Mirtha siempre le quedaron divinos esos peinados.

La chica además tuvo en la mesa a cuatro hombres con los que habló de de todo un poco. Uno de ellos, Gabriel Oliveri seguramente tenga que esperar varios meses para volver a la mesaza.

Ah, no sabés cómo estaba, dale y dale a preguntarle a la Juana por el noviete este que tiene. Que si es oficial, que si quiere tener hijos y qué se yo qué mas le anduvo diciendo el Oliveri, me dijo indignada mi amiga Irene.

Bueno querida, le respondí, son los gajes del oficio y a veces pasa que al entrevistado le da por preguntar al entrevistador. Son cosas que pasan.

Sí, pero siguió metiendo la cuchara porque me parece que quería alguna primicia, o que la Juana se pisara el palito.

Claro, porque la Juana Viale nació ayer y no sabe qué responder, le dije.

Tal cual, no sabés con la facilidad que lo mandó a callar al invitado. “Este es mi programa, dejá de preguntar”, le dijo Juanita.

Sin dudas, además de bellas, abuela y nieta se parecen mucho, sin dudas entre el peinado y la respuesta, Juana está cada vez más parecida a su abuela.