La biografía del actor, por algún motivo, decía unos cuantos disparates.

Todavía me acuerdo de cuando Gigliola Cinquetti cantaba “No tengo edad”, hace ya muchos años, tantos que prefiero no acordarme.

En esos tiempos no era fácil que se impusieran los artistas como ahora, y lo que llegaba a estos lares lo hacía después de meses de éxito en el extanjero. Afortunadamente la tecnología ha ayudado a que los jóvenes de hoy puedan conocer sobre los nuevos artistas, casi al mismo tiempo que ellos graban sus discos.

Yo hablo de atrevida porque sigo negada a meterme en eso de la Internet. Pero debo reconocer que las redes sociales han ayudado a conocer, en el momento, las novedades de los artistas, así como de la gente de a pie.

Me llamó mi amiga Irene para contarme que la Internet le jugó una mala pasada a mi querido Luciano Castro. Rápidamente paré la oreja “porque esto me interesa”, pensé yo. Al parecer “en la página de Wikipedia” (me lo cuenta como si conociera bien de qué me habla) del actor dice que es padre de Carlos Tévez, Susana Giménez y Mauricio Macri. También que está casado con “una loca” y una cantidad de barrabasadas más. Sé que no soy moderna, pero entiendo que allí hay un error.

Entonces mi amiga me contó que en esos lugares se puede modificar la información que aparece y que cualquiera puede manipularla. “Es un descontrol”, le digo. Lo peor de todo es que parece que Luciano (sí, lo tuteo) no es el único famoso al que le pasó eso. Entonces me acordé que hace un tiempo me había llamado ella para decirme lo mismo de otras celebridades y también de algún político.

Inmediatamente pensé en los nietos de mi amiga, que siempre me cuentan que encuentran la información que necesitan en esas páginas para el colegio. Pobrecitos, así les va a ir en el promedio. Por estos momentos es que me alegro de seguir siendo “analógica”, y continuar buscando la información que necesito en mi vieja enciclopedia.

COLUMNA FARANDULERAFABIOLA BOUVIER