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Amalia Granata no gana para disgustos

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Embarazada y engañada: otro escándalo para la mediática, que apuesta a la familia.

Será cosa del destino o algo relacionado con el karma para quienes creen en eso, pero la vida de Amalia Granata ha tenido tantos episodios conflictivos graves que es difícil comprender que una sola mujer tenga tanta mala suerte. Porque sí, también puede tratarse de suerte.

Recordarán que Granata se hizo famosa porque a principios de los 2000 tuvo una relación de una noche con el cantante Robbie Williams, que llegó a América del Sur en su momento de máxima popularidad.

“Se las ingenió para estirar una bandita elástica hasta la Luna. ¡Dios, pasé unas horas con ella, dormí con ella, gran cosa! Bueno, es lindo haber sido útil para ella”, declaró Williams en una entrevista y Granata le dio la razón: no tuvo problemas en admitir que contó esa intimidad para hacerse famosa.

Desde entonces pasaron más de 10 años y logró mantener una carrera de relativa exposición en Argentina, donde ahora es columnista en un programa de radio de Marcelo Polino. Pero los problemas la acompañaron.

Empezó su carrera en Chile donde fue lío tras lío: tuvo problemas de violencia y dijo haber tenido algo con el extenista Marcelo Ríos, quien negó todo. Después pasó por un Gran Hermano Famosos en Argentina y tuvo una muy comentada relación con Christian “Ogro” Fabbiani, con quien tuvo a su hija, Uma. Con él, los conflictos fueron constantes y sonantes.

Después Granata se dedicó a la maternidad, estudió, cultivó un perfil más serio aunque siempre de lengua filosa. Hace algún tiempo fue la tercera en discordia entre Luciana Salazar y Martín Redrado (ver recuadro), y ahora que está embarazada de seis meses de su novio Leonardo Squarzón, se enteró de que él le fue infiel. Aparecieron chats y fotos de Squarzón con una chica llamada Paula, y él le reconoció a Granata que en efecto estuvo teniendo un affaire.

“La estamos peleando juntos porque nos amamos y porque se equivocó, lo entiendo. Tenemos una familia que amamos y nos amamos. La vamos a pelear”, dijo Granata que, como la propia Salazar o como Nazarena Vélez, por citar otro ejemplo, parece estar destinada a sufrir por amor y por líos.

Esta vez, Granata eligió tragarse el sufrimiento y priorizar el bienestar de una familia que ha demorado en formar. Pero la atención de los medios está, una vez más y por algo feo, sobre ella.

Luli Salazar no se queda callada

Después de que Luciana Salazar se separara en malos términos, su ex Martín Redrado y Amalia Granata tuvieron algún tipo de relación que se hizo pública pero nunca estuvo muy clara. Terminó rápidamente y Salazar volvió con el economista, con quien sigue apostando al amor.

“No me gustan estas cosas. No me arroben. No le deseo el mal a nadie”, fue todo lo que dijo Salazar en las redes sociales cuando sus seguidores le empezaron a preguntar por la infidelidad de la que Granata fue víctima. La voluptuosa rubia se guardó sus opiniones y mantuvo la calma frente a una vieja enemiga.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Amalia Granata y su pareja. Foto: @amaliagranata

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