Diego Martino abre otra etapa musical con su nuevo disco solista.

Te deformás viviendo del pasado, riéndote obligado. Te conformás en vez de seguir buscando lo que desapareció, lo que te salva, eso que te hace libre", canta Diego Martino en "Libre", primer corte del que será su segundo disco solista y que, como tarde, planea editar en octubre. Esos versos, apoyados sobre un colchón de sintetizadores y una línea de bajo que se convierte en el eje de la canción, resumen esta conversación con El País, una tarde en el estudio Vivace donde este próximo trabajo crece.

Porque para Martino, que se sabe todavía "el Chirola de Hereford" aunque pasaron cuatro años de la separación de la banda, lo importante es no quedarse en un lugar cómodo. "No tiene valor artístico seguir repitiéndose", afirma mientras piensa en lo que buscó con estos primeros pasos como solista, que vinieron después de una cantidad de años poniéndole voz al grupo que hizo el himno de la generación Pilsen Rock con "Bienvenida al show".

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"En mi primer disco quise alejarme de lo que venía haciendo", reconoce, "y en este disco, si bien sigo alejado de mi exbanda, está todo mucho más orgánico y a su vez convive con cosas analógicas y digitales".

Mirando su primer disco, Martino, recuerda por ejemplo que terminó de grabarlo sin tener una banda armada, que de a ratos el camino fuera traumático, y que hubo un objetivo demasiado tajante. "Quizás en algunas cosas es recorte y pegue", analiza ahora. Para este nuevo proceso, las cosas son diferentes: la banda está ensamblada, con entrenamiento y con más peso en el producto.

"Y es probable que este disco tenga lugares más oscuros, porque no busca tanto el pop, si bien hay cosas radiales", adelanta, bastante entusiasmado porque cuando el proceso termine, tanto la composición como la producción y la mezcla habrán corrido por su cuenta. "Por primera vez voy a tener absoluto control de lo que está sucediendo en las canciones", comenta, "y me encanta".

Todo esto, Martino lo adelantará el 2 de junio en la Sala Hugo Balzo del Auditorio del Sodre (entradas en Tickantel a $ 360), y luego lo mostrará en una gira por el país.

—¿Cómo viviste la salida y el alcance de Martino?

—Tocamos bastante, quizás menos de lo que me hubiera gustado, hubo muchas canciones que sonaron en la radio y lo veo súper positivo. Eso me estimuló para plantearme un año más ambicioso. Porque esto es mi vida, ¿viste? No puedo darme el lujo de hacerlo más o menos. Yo antes decía que esto me definía como ser humano, pero muchas cosas nos definen: soy Diego Martino que hace música, Martino marido, amigo... Es un aspecto de mi vida, pero muy importante.

—Viéndolo desde el otro lado, me da la sensación de que te costó encontrar un lugar en esta nueva etapa.

—Puede ser que tengas razón, yo creo que mi show en vivo refleja mucho más la realidad que lo que refleja el disco. Este disco de ahora se acerca más a mi ser que el anterior; creo que con este disco voy a traer al centro lo que yo quiero comunicar, y de la manera en que quiero hacerlo.

—¿Y qué querés comunicar?

—Tengo 42 años, lo que haga tiene que estar hecho a conciencia total, y eso lleva un proceso y una inversión de tiempo. Yo no dejo de ser el responsable de decir lo que digo, y con eso representar a las personas que tocan conmigo y a la gente que me va a ver. Ya no puedo decir estupideces.

BELÉN FOURMENT

MÚSICABELÉN FOURMENT