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El poder de la voz en ciclo exitoso

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La voz de Alfonso Mujica sobresalió dentro en un programa cargado de primeras figuras.
CONCIERTO DE ALFONSO MUJICA Y CARLA FERREIRA EN EL PALACIO TARANCO, ND 20071228 - ANDRES GOMENSORO
ANDRES GOMENSORO

El mundo de la canción de cámara, o la ‘canción artística’, como suele llamarla María Julia Caamaño, curadora del Festival La Escena Vocal, exige -además del desarrollo técnico de la voz, condición obvia e imprescindible-, la identificación entre palabra y música, la compenetración profunda entre voz y piano.

Eso ha quedado claro durante esta semana pasada en Sala Verdi, en cada uno de los recitales que han conformado la programación de este festival, dedicado a la voz cultivada, que Montevideo ya ha transformado en un punto alto de su actividad musical anual.

La receta del acierto es simple y clara. Contar con una dirección artística es la base del proyecto. Tener redes y hacer seguimiento de lo que sucede a nivel de programaciones y concursos en el mundo, la herramienta. Por último, saber hacer la combinación perfecta entre invitados internacionales y artistas nacionales; ese es el plus.

Cada año ha contado con una sorpresa especial. La primera edición fueron Nancy Fabiola Herrera y Verónica Villarreol, divas internacionales que han dejado huella; el segundo festival estuvo marcado por Carla Filipcic Holm y su cautivante vocalidad; en la tercera edición puso el listón el bajo francés Edwin Crossley-Mercer y en ésta, la marca estelar ha sido Nadine Sierra, soprano norteamericana que deslumbró al público uruguayo. Pero lo interesante es que esa capacidad de detectar estrellas internacionales no opaca a la de reconocer el desarrollo de los artistas uruguayos.

Este año el cierre del festival, nada menos, ha recaído en la figura del barítono Alfonso Mujica (1975), recitalista por excelencia y cantante de una generación de uruguayos que hoy descolla en el mundo. Erwin Schrott, María José Siri (1974), Darío Solari y Leonardo Ferrando fueron sus compañeros en la etapa de formación. Mientras la mayoría de ellos buscó nuevos horizontes en Europa y lograron desarrollar importantes carreras, Mujica hizo la opción de quedarse en Montevideo. Una apuesta al desarrollo de la lírica en nuestro país y en todo caso, desde aquí lanzarse a la plataforma internacional, algo doblemente difícil.

No es el único. Varios cantantes uruguayos han tomado ese camino cargado de piedras. Voces como las de Sandra Silvera, Marcelo Otegui, Federico Sanguinetti, Eiko Senda, Juan Carlos Valls, Andrés Barbery y Gerardo Marandino, por citar sólo algunos nombres, pelean a diario para que la lírica nacional siga viva.

Sin embargo cuando la siembra está bien hecha termina dando frutos. Para Mujica, éste ha sido un año de buena cosecha. Ha llegado -también para él- la proyección fuera de fronteras. En julio hizo su debut en el Teatro Colón de Buenos Aires, viene de cantar Werther en Colombia y participó en una producción de Carmen en Brasil, cantó Carmina Burana en varias ciudades sudamericanas, ha cantado los ciclos de Mahler con varias orquestas latinoamericanas y en un mes será el Conde en la producción de Las Bodas de Fígaro del Solís, además de varios compromisos que ya están en agenda para el futuro.

La Escena Vocal ha visto ese desarrollo y quiso también reconocerlo, invitándolo a brindar un recital con un pianista internacional, el colombiano Alejandro Roca, pianista repetidor y asistente musical para la producciones de ópera del Teatro Mayor de Bogotá que ha colaborado con figuras de la talla de Gustavo Dudamel, Rinaldo Alessandrini, Andrés Orozco-Estrada, Luiz Fernando Malheiro, entre muchos otros.

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