Publicidad

La sensiblidad y el camino de una banda que crece

Compartir esta noticia
Con el show de hoy, el grupo cierra el ciclo de su primer disco. Foto: Difusión

Julen y la gente sola se despide hoy en la Camacuá.

Del futbolito, de una entrevista a Julieta Venegas, de las lecciones vitales que se pueden aprender viendo un documental, o de la historia de vida del Gucci. De cualquier cosa se puede hablar con Federico Morosini antes de que se prenda el grabador y él diga: "es un poco en chiste y un poco en serio, pero presentar y despedir los discos es lo que hacen las bandas y ahora lo estamos haciendo nosotros".

Hoy a las 21:00, en Sala Camacuá y después de que abra la velada la orquesta Ruben Rad, Julen y la gente sola se subirá al escenario para cerrar el año y con él, el ciclo de un primer disco (bien homónimo, bien sin nombre) que le dio bastantes satisfacciones a este cuarteto, ahora instalado como uno de los proyectos indies más interesantes de la escena local. Las entradas están en Tickantel a $ 250.

"Este año crecimos mucho nosotros tocando este disco, las canciones crecieron mucho y tomaron otras dimensiones y otro sentido. Fue un proceso interesante porque no lo sabíamos y no lo habíamos experimentado", cuenta Morosini sobre el proceso que su banda hizo este año, viajando al interior, a Argentina y a Perú para participar de un festival.

Eso permitió, además, que Julen se adaptara al escenario y empezara a transmitir ya una mayor comodidad frente al público, para seguir moldeando un buen producto musical. "El año nos sirvió para adentro como grupo", dice, "y para afuera se hizo algo mucho más grande".

Lo nuevo.

Ahora, la banda está trabajando en un nuevo disco que, para sorpresa incluso de ellos, no es tan oscuro como creían iba a ser en una primera instancia. Primero había aparecido un grupo de canciones densas, oscuras, que fueron desplazándose para darle paso a otras que pretenden empezar a grabar a principios de año.

"Compusimos de acuerdo a la necesidad nuestra, que fue hacer crecer otra parte de nosotros", dice Morosini previo a la Camacuá, donde seguramente aparecerá algo de eso.

—La sensibilidad es la característica más clara en el universo de Julen, ¿no?

—No sé si decir, pero capaz es lo principal. Tenemos una sensibilidad bastante definida en cuanto a la forma de ver, procesar y hacer las cosas, y para nosotros este camino ha sido mantenernos fiel a eso. Cada vez que nos hemos apartado un poco de eso, lo hemos sentido y nos ha perjudicado a nivel emocional. Este tiempo tocando también nos hizo ver eso, que este es nuestro fuerte y algo que tenemos que cuidar.

—¿Es muy expuesto eso?

—Hay dos partes: está la que es para nosotros cuatro, en un cuarto de cuatro por tres, craneando para la banda; y después a la hora de llevarlo afuera. El año pasado tocamos mucho, lo que pasó con el disco nos agotó un poco, y este año nos guardamos un poco más, fuimos para adentro, construimos algo con lo que nos sentimos bien. Y ahora estamos afuera y es mucho más fácil y mucho mejor todo, como experiencia, para nosotros y el público.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Con el show de hoy, el grupo cierra el ciclo de su primer disco. Foto: Difusión

MÚSICA

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad