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Sensibilidad supera inconvenientes

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La Embajada de la República de Eslovenia en Buenos Aires trajo a Montevideo al eximio pianista esloveno Ivan Skrt quien se encuentra realizando su primera gira por Sudamérica.

El programa del recital estuvo marcado por la simetría ya que fueron tres preludios de Chopin contrastando con tres de Rachmaninoff ,tres danzas españolas de Granados con tres danzas argentinas de Ginastera y tres bagatelas de Bartok con las tres del compositor esloveno Kogoj. Esto hizo que se pudieran apreciar las notorias diferencias de enfoques formales según la óptica de cada compositor.

El rasgo dominante en el arte de Skrt es su absoluta claridad. Esta ordenada y esbelta construcción sonora con que el artista traduce con total libertad las obras expuestas, procede de una correlativa claridad de espíritu, de una musicalidad excepcional, que tiene su apoyo fundamental en una técnica donde la seguridad y la limpieza son su mayor distintivo. Su profundo sentido de las resonancias como función armónica hacen que Skrt preste atención especial al ligado por medio del pedal, el cual utiliza con una eficacia extraordinaria ,esto se pudo apreciar plenamente en la interpretación de las "Bagatelas" de Bartok como en las de Kogoj que fueron ejecutadas en primera audición para nuestro país. El viejo piano Steinway & Sons de esta sala no estaba a la altura del pianista, notándose los esfuerzos sobrehumanos que tenía que realizar cuando las obras lo exigían. Tampoco la butaca que en vez de ser el clásico taburete o la banqueta graduable era el asiento que acostumbran usar los ejecutantes de órgano eléctrico.

Igual, la exquisita sensibilidad del pianista esloveno hizo que se superasen estos inconvenientes interpretando de forma magistral la "Danza de la moza donosa" de Ginastera, que nos hizo recordar a la sentida versión que solía realizar nuestra pianista Nibya Mariño, de quien se cumplió el 1° de septiembreun año de su fallecimiento. Las únicas objeciones que haríamos a Skrt serían algunas arbitrariedades en los tiempos y en los matices de la "Danza española nº 5" conocida como "Playera-Andaluza".

El público tributó prolongados aplausos al ilustre visitante obligándole a conceder dos bises. El primero fue el famoso "Vals del minuto" de Chopin en la transcripción de Leopold Godowsky y la segunda una improvisación de su autoría sobre la tierna melodía que canta la niña ciega conocida como la "Canción de Mojca" de Marjan Kozina. Esta fue escrita especialmente para el film esloveno Kekec que fuera realizado en 1951 inspirado en el cuento infantil de Josip Vandot.

Ivan Skrt.

Programa: Tres Preludios del op 28 nº 17, 10 y 13 de Chopin, Tres Preludios del op.23 nº 12 ,4 y 10 de Rachmaninoff, Danzas Españolas nº 8,5 y 10 de Granados, Tres Danzas Argentinas de Ginastera, Bagatelas nº 16,5 y 22 de Kogoj, Bagatelas nº 3,13 y 4 de Bartok y "La Valse" de Ravel.Teatro Solís, Sala de Eventos, 4 de septiembre.

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