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Un ritmo latino y contagioso que también invadió Uruguay

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El colombiano J Balvin una voz distinta entre la invasión musical latina. Foto: Difusión

Los uruguayos nos dejamos seducir por esa música llamada reggaetón.

Aquel tiempo en que América Latina latía a ritmo de rock, ya sea con la magnificencia de Soda Stereo o con el boom que en su momento tuvieron No Te Va Gustar y Cuarteto de Nos, abarcando dos extremos, ya quedó atrás como un recuerdo. Es cierto, este año Los Fabulosos Cadillacs volvieron con un buenísimo disco conceptual, La salvación de Solo y Juan (que ojalá en algún momento presenten acá); y también los Illya Kuryaki hicieron ruido con su último álbum, L. H. O. N. (La humanidad o nosotros). Pero a nivel masivo, a nivel de popularidad, la historia se queda por ahí.

Porque América Latina este año se sacudió al ritmo del reggaetón, de un nuevo reggaetón que es el que está permeando finalmente el mercado angloparlante a fuerza de ritmos muy contagiosos, de fusiones arriesgadas y de alta dosis de sensualidad.

Esa varita también tocó a los uruguayos, que entre tanta visita internacional se rindieron ante dos espectáculos que tienen sus puntos de contacto y representan a un mismo estilo musical: a los que ofrecieron Ricky Martin en marzo y Maluma en diciembre, como abriendo y cerrando un ciclo que, para sus intereses, fue de los mejores. Ambos actuaron a doble fecha en el Velódromo, y ambos con entradas agotadas.

Hay diferencias obvias entre los dos. El cantante puertorriqueño es una figura a estas alturas clave de la música pop continental, se ha construido un catálogo de éxitos desde su primer disco y se ha adaptado a las tendencias, bailando al ritmo de moda. Eso aplica hasta ahora, que se ha volcado al reggaetón haciendo un featuring con, justo, Maluma.

Y Maluma, colombiano, tiene sólo 22 años y dos discos editados, pero con eso le ha bastado para posicionarse en el trono del género temporalmente. Llegó a Uruguay días atrás envuelto en una polémica por misoginia, y casi 30.000 personas se rindieron ante su presencia soberana, la de un rapero en desarrollo y con un rendimiento vocal nada destacado, que compensa todo con una cara muy bonita y un espectáculo luminoso y contundente.

Hay diferencias, sí, pero al público le dan lo mismo (éxitos bailables) y le generan lo mismo: una reacción que tiene que ver con lo físico y lo carismático más allá de lo virtuoso, claramente; una suerte de enamoramiento que hace que el partido esté ganado antes de empezar.

Entre estas dos puntas, este año brillaron otros como Shakira, quien también siguió la tendencia de aliarse con Maluma y consiguió el hit "Chantaje", y consiguió el mismo resultado haciendo dupla con Carlos Vives en "La bicicleta", que fue Canción y Grabación del año en los últimos Grammy Latinos. También se prolongó el buen momento de Enrique Iglesias, que viene remontando su carrera desde que se reinventó como estrella de las pistas: "Duele el corazón", su colaboración con Wisin, tiene ocho meses y 500 millones de reproducciones en YouTube.

El mejor.

Entre una camada de solistas de nombres raros hay uno que sobresale, con una propuesta ambiciosa y original que hace la diferencia y cambia los parámetros de a poco: J Balvin, que a Uruguay parece estar llegando de a poco y que se merece más atención.

Balvin, colombiano de nacimiento, lanzó este año su disco Energía, elegido como Mejor álbum de música urbana en los Grammy Latinos. Y es un muy buen trabajo. Toda su intención de cambiar el juego y globalizar un género propiamente latino, se refleja en letras que hablan de sexo desde un lado más astuto (el caso de "Snapchat") y del amor desde la versión del perdedor. Sí, Balvin canta "Acércate a mi pantalón, dale/ Vamo a pegarnos como animales" en su hit "Ginza" pero habla del perreo, esa forma hípersexual de bailar el ritmo.

"Que sepan que venimos a refrescar la industria", le dijo Balvin a El País. Apuesta a un lenguaje más abarcativo pero decide cantar en español, tomando sí los sonidos impuestos en el hemisferio norte para hacer una mezcla que es buena, y que le está dando resultados.

El año que se cierra quiso, más allá de una necesidad, tener reggaetón, y Balvin se lo dio. Su escuela tiene cada vez más seguidores.

TRES CANCIONES LATINAS.

Ricky Martín.

Canción: Vente Paca

Dato: Es un reggaetón melódico con la participación de Maluma, el músico colombiano. El video incluye paisajaes caribeños y chicas y chicos acalorados, divertidos y bien lindos.

Carlos Vives

Canción: La Bicicleta.

Dato: Es la colaboración de los más internacionales de la música colombiana, Vives y Shakira. Es una de las canciones más pegadizas con esa combinación de reggaetón y vallenato.

Enrique Iglesias

Canción: Duele el corazón

Dato: Es la colaboración del Iglesias chico con Wisin, la estrella portorruieña. Iglesias encontró en las colaboraciones una manera de seguir con éxito: el año pasado fue "Bailando" con Gente de Zona.

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El colombiano J Balvin una voz distinta entre la invasión musical latina. Foto: Difusión

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