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La revisión, el homenaje y la emoción

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Ismael Serrano

Ismael Serrano

Charla con el español que festeja 20 años de música, miércoles y jueves en el Auditorio

Ismael Serrano
Ismael Serrano. Foto: Difusión

Pasó días atrás para promocionar sus conciertos, y esta semana vuelve para reencontrarse con su público y con un buen motivo para hacerlo: el festejo de sus 20 años de carrera. El español Ismael Serrano, uno de los cantautores que más fama ha conseguido por acá en los últimos años, se presenta este miércoles y jueves en la sala principal del Auditorio del Sodre (ver recuadro), y antes charló con El País.

—A esta altura, América latina es como su segunda casa.

—Sí, paso gran parte del año en este lado del océano. Sobre todo en Argentina, porque mi esposa es de allí y mi hija tiene a sus abuelos. Además, mis mejores amigos están en este lado, así que he pasado mucho tiempo por aquí.

—Cumplió 20 años de carrera y lanzó su primer disco retrospectivo. ¿A qué se debe el balance?

—Me pareció que 20 años era una cifra suficientemente rotunda como para revisar la carrera, para revisar las canciones y musicalmente darles una vuelta, rendir los homenajes pertinentes a los cantautores que me han influido. Y decidí hacerlo con un disco en vivo, que me pareció la forma más honesta de plasmar todo ese aprendizaje. Y el aprendizaje no ha sido solo en la manera de componer: también en el cantar, estar en el escenario, y rearreglar las canciones. Me divertía y me parecía una manera de agradecer a todo el público que me ha permitido estar estos 20 años dedicándome a esto.

Dos noches para dos décadas de historia

Tras prácticamente agotar la función anunciada para el miércoles 13 de junio, Ismael Serrano agregó otra función para la noche siguiente, la del 14, en Montevido. Los dos shows empezarán a las 21.00 y serán en la sala principal del Auditorio Nacional del Sodre Dra. Adela Reta, y para los dos quedan las últimas entradas en venta, tanto en boleterías de la sala como en el servicio de Tickantel, a partir de 1.500 pesos.

—También se permitió homenajear a figuras como Luis Eduardo Aute, Silvio Rodríguez o Joaquín Sabina.

—Se trataba sobre todo de reconocer la deuda que tengo con ellos. He crecido escuchando su música y he tenido la suerte de cantar con ellos y conocerlos. Entonces no solo es que han escrito grandes canciones que me han acompañado siempre; también han marcado un camino a la hora de cómo entienden su profesión, cómo la ejercen sin concesiones, de manera honesta. Entonces me apetecía rendirles homenaje y me parecía un reto. Cada vez que hago sus canciones intento traerlas a mi territorio, hacerlas a mi manera.

—¿Qué siente que le debe a ellos?

—Les debo todo, desde que me diera por agarrar una guitarra. Les debo, desde el punto de vista musical, las armonías y melodías que nacen de lo que me sugiere su música. He aprendido a tocar la guitarra por Silvio Rodríguez. En cuanto a los textos, decía Pessoa que la poesía consistía en otorgar lo cotidiano al misterio de lo desconocido, y lo que siempre me ha conmovido de los cantautores es que han sido capaces de encontrar en nuestra vida cotidiana, una épica de la que no somos conscientes. Nuestra vida, aparentemente rutinaria, encierra cierta heroicidad, y me han hecho sentir eso. Le han dado otra dimensión poética a nuestras vidas, y eso me parece hermoso e impagable.

—Ha escrito canciones sobre temas sociales, como la crisis de Argentina o las Torres Gemelas. ¿Qué lo llevó a eso?

—Le canto a lo que me emociona y resulta que no solo me emocionan mis historias de amor y desamor, sino que la visión de un mundo desigual también me emociona. Las lecturas de ciertas noticias en el periódico, lo que sucede aquí o allá. Si algo define al cantautor es esa permeabilidad y esa mirada, más allá de la pequeña burbuja en la que pueda vivir. Cantarle a los anhelos colectivos a lo que nos pasa a todos, no solo hablar de él y ella en términos amorosos; también lo que nos pasa a uno con el nosotros, e incluir ese nosotros en el canto de la canción. 

—¿Hoy qué lo emociona?

—Muchas cosas, el mundo sigue siendo desigual en muchos aspectos. En España estamos viviendo un retroceso en cuanto a las libertades y derechos que es indignante. Están mandando a raperos muy jóvenes a la cárcel, estamos viendo cómo la vida de los jóvenes se precariza en muchos aspectos. Cómo se cuestiona por parte de ciertos sectores el estado de bienestar, y vienen con el cuento que no se puede sostener. Esas cosas, más lo que me toca vivir en lo personal, como el nacimiento de mi hija.

—Dijo que la llegada de su hija le hizo cambiar la mirada, ¿en qué cambió?

—Cambia porque te ayuda a recuperar algo que se perdió: ver por primera vez ciertas cosas. Uno cree que esa sensación es como si fuera una cuota que vas perdiendo con el paso del tiempo. Sin embargo, cuando llega mi hija, la primera vez que veo el mar con ella, es como la primera vez que lo veo. Más allá de los retos que supone la paternidad, el hecho de contribuir a que este mundo no sea peor, cuanto menos, es el reto.

—¿Cómo le gustaría que la gente lo recuerde?

—Por mis canciones, como alguien honesto a uno mismo. Tampoco hay aspiraciones, simplemente alguien que vivió con pasión lo que hace. Me gustaría que me reconociesen en mis canciones, que haya una coherencia entre lo que he estado escribiendo y el recuerdo que tienen de mí.

—¿Qué canciones tuvo que dejar de lado?

—Quedaron varias afuera. Hice algo para que no se pierda nunca la esencia del cantautor, su guitarra y voz, y grabé un disco en Buenos Aires, donde las canciones que quedaron fuera las hice en formato acústico, en un disco más pequeñito que saldrá más adelante este año y se llamará Todavía, y que hable de esas otras caras.

—¿Ya tiene pensado un próximo disco de estudio?

—No, tengo pensada la edición del acústico, pero no sé qué haré en el futuro. Claro que las canciones surgen de las emociones, pero ahora tengo una mirada más global, y vuelvo otra vez al relato y pienso el disco en ese mismo sentido, qué quiero contar. Entonces, todavía tengo que sentarme, porque estoy en un camino de ida y vuelta. Desde el punto de vista musical hay un prejuicio en torno al cantautor, y es que el cantautor es un músico mediocre que se sabe cuatro acordes en la guitarra y prioriza los textos por encima de la música, y creo que no es justo. Si escuchamos los discos de Silvio o Serrat, armónicamente son mucho más complejos que una canción de pop, pero creo que el cantautor se lo cree, al menos me lo creí yo.

—¿Y entonces?

—Y entonces comienzas a hacer canciones cada vez más herméticas en cuanto a la poesía, más complejas armónicamente, y al final te das cuenta que lo que importa es hacer canciones bonitas. Y yo estoy haciendo ese camino de vuelta.

Tres discos del cantautor

2017

20 años. Hoy es siempre

Es un registro en vivo compuesto de CD y DVD, en el que con un hilo conductor casi teatral, el español repasa parte de las canciones fundamentales de sus dos décadas de carrera, incluyendo versiones.

2007

Sueños de un hombre despierto

 A 10 años de su debut y con el éxito y el cariño del público de su lado, el español apeló a la filosofía para trazar el hilo conceptual de un álbum fiel a su estilo, que otra vez, funcionó muy bien.

1997

Atrapados en azul

Con su primer disco, Serrano logró lo que cualquier artista quiere lograr: su disco fue un éxito de ventas gracias al que luego sería su tema más icónico, “Papa cuéntame otra vez”, entendida como canción de protesta.

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