Tras siete años trabajando en solitario, Eros White muestra su música.

Cuando a los 18 años les dijo a sus padres que iba a lanzar un disco, no entendieron nada: ¿desde cuándo su hijo, que lo único que hacía era encerrarse frente a la computadora, era artista? ¿Desde cuándo tocaba un instrumento?

Enzo Gómez tuvo que decirles que, en realidad, la historia había empezado hacía siete años, cuando descubrió que en los librillos de los discos que estaban en su casa aparecía siempre un productor que, al parecer, tenía una función importante; cuando investigó esa función fue cuando dijo: "yo quiero esto".

Tuvo que decirles que durante los últimos años había estado creando, produciendo y grabando música pop; que estaba listo para hacer un videoclip y que todo eso lo presentaría con el alter ego que lo había acunado durante años en internet: Eros White, que hoy asegura no saber muy bien cómo nació.

"Eros White es el nombre que usaba en internet, porque dije: voy a subir algo y si al menos a tres personas les gusta, sigo. Y vi que a la gente le gustaba, empecé a recibir críticas constructivas y fui haciendo más, porque me motivaba. Pero hasta ese momento sólo un par de amigos sabían", cuenta en charla con El País esta promesa del pop local en pleno desarrollo.

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De aquella revelación hasta ahora pasó poco más de un año, un período en el que todo se fue haciendo más fácil o, al menos, menos secreto. "Por suerte les gusta y me apoyan, porque no es tan normal. A muchos les da miedo que sus hijos se pongan a hacer algo así porque claro, te vas a morir de hambre. Y no voy a vender nada seguramente, pero no importa", dice.

Eros White sigue haciendo cosas, como se acostumbró a los 11 años: por su cuenta, componiendo y produciendo, siendo autodidacta y generando los cruces correctos. Y no le ha ido nada mal: su música, reunida en el EP Glitch, es un reflejo de todo este proceso adentro de su cuarto. Es una carta de presentación más que promisoria, en la que muestra canciones pop muy bien resueltas y prolijas, con letras en inglés que juegan con el absurdo y la sensualidad, y están bañadas de ese R&B que se impone hoy en el hemisferio norte.

"Pero yo siento que en este disco, como lo hice durante tantos años, terminó quedando frío y no siento que refleje lo que yo pienso, quién soy yo. Siento que lo pensé demasiado y parece fabricado", se sincera respecto a Glitch y a lo que piensa hacer ahora. "Lo que voy a hacer es desarmarme: quiero mostrar mis influencias, quién soy, y que sea más honesto", comenta sobre un álbum que quiere editar este año, previo al que piensa lanzar el año que viene. A unos metros, su novia sonríe y acompaña semejante entusiasmo.

Y mientras sigue trabajando en su música, Eros White también se alió con otra cantante pop local, Gia Love: se encontraron para remixar una canción, y cuando quisieron darse cuenta habían hecho varias composiciones que merecían editarse. El resultado de eso es Real, el nuevo EP de la solista en el que hay un evidente cambio de sonido.

"Pensé que podía aportarle un sonido que no se juzgara a sí mismo", dice respecto a este proyecto al que también se está integrando en el vivo. "Y está buenísimo porque no soy un productor que queda escondido y del que nadie se entera", admite.

En todo este camino, Eros White se está reencontrando con su parte musical más rara, de la que en algún momento se alejó por miedo al qué dirán. Hoy, asegura, todo es positivo y se siente muy mimado: "con internet me di cuenta que hay mucha gente como yo acá, y ya no me preocupa para nada que haya poco público por eso mismo".

Y el pop, ese que de alguna manera lo crió e hizo de Michael Jackson y Madonna sus grandes referentes, lo sigue arropando. "No me gusta limitarme, por eso hago pop: porque podés hacer lo que quieras, que es lo que más me gusta", se sincera.

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BELÉN FOURMENT

MÚSICABELÉN FOURMENT