Las impresiones que dejaron quienes abrieron el certamen.

La primera semana del concurso tuvo en términos generales un nivel interesante. Prácticamente la mitad de los conjuntos presentaron sus espectáculos. Con varios vistos, ya se empieza a vislumbrar que algunas categorías tendrán muy buen nivel.

Todo hace pensar que será un año de buen nivel, y que la atención volverá a estar centrada en la categorías de murgas y parodistas, aunque será necesario esperar unos días más para ver que sucede con los humoristas: la mayoría de ellos actuarán en los últimos días del concurso.

Los tres parodistas que presentaron sus espectáculos lo hicieron en su texto como pilar fundamental.

Momosapiens fue el conjunto con mayores inconvenientes en su presentación, al punto que no pudo concluir su espectáculo de la forma prevista porque no manejó los tiempos en escena. Ese error le costó una sanción de seis puntos. Excepto eso, el espectáculo es netamente disfrutable y sus parodias están muy bien elaboradas e interpretadas. Aristóphanes, por su parte, presentó un espectáculo muy ajustado, con buenas interpretaciones y un excelente trabajo escénico. La parodia basada en el libro El camino es la recompensa que aborda momentos de la vida de Óscar Tabárez se lleva toda la atención y el humor está presente en todo momento.

Los Jacquets en su regreso al Carnaval lo hacen con apuesta arriesgada, pero que funcionó muy bien en su estreno: el Uruguay de fines de los 60. La parodia central está inspirada en la película Estado de sitio de Costa Gavras, con el secuestro de Dan Mitrione como uno de los temas centrales. Desde allí, se recorren otros hechos de la época. Si se tiene en cuenta que los tres conjuntos que restan por concursar fueron los mejores ubicados en la competencia pasada —y que tienen sobrados antecedentes— todo indica que la categoría de parodistas será protagonista en esta edición.

Las murgas también traen un viento a favor en estos primeros días: La Gran Muñeca, Queso Magro y Los Diablos Verdes fueron hasta ahora los de mayor nivel general, teniendo en cuenta que el concurso de carnaval se califica en rubros y algunos de los conjuntos arman muy bien los espectáculos en función de la competencia.

Si bien el resto de las murgas que pasaron por el Teatro de Verano se presentan en un nivel inferior a éstas, merece un destaque la debutante La Venganza De Los Utileros debido a la calidad de su texto, armado con inteligencia, humor y crítica sin miramientos. Su talón de Aquiles está en el canto y la murga tiene serios inconvenientes en ese aspecto.

Queso Magro fue una de las protagonistas en la semana, actuó la primera noche del concurso y presentó un repertorio fuertemente volcado al humor por el absurdo y la ironía constante para terminar con un giro reflexivo muy interesante y una dura crítica al individualismo dominante en la sociedad.

Memorable es el momento del espectáculo dedicado a Amodio Pérez. Por ingenio y creatividad, seguramente sea uno de los que se destaque entre la infinidad de miradas carnavaleras hacia ese asunto.

La Gran Muñeca es otra de las murgas que pretende escalar posiciones y tiene argumentos para hacerlo: un repertorio inteligente, para nada descriptivo y marcando postura en todo momento. El centro de su espectáculo es un cuplé dedicado al machismo que se apoya en el humor, pero da cátedra en la materia en un Carnaval donde abundan los errores, los lugares comunes y hasta la misoginia cuando se habla del tema.

La Gran Muñeca lo tiene todo. Canta bien, escénicamente se defiende en muy buena forma, está notablemente vestida y lo fundamental: lo que dice y la manera en que lo dice, aportando una mirada original en muchos casos a temáticas que nos atraviesan socialmente.

Aún restan murgas y seguramente muchas de ellas tengan muy buenos espectáculos. Todo indica que habrá una linda competencia en esta categoría.

la semana en el teatro de veranoANA LAURA DE BRITO