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Pop inteligente en escala de grises

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Este fue el año de The Weeknd, un artista que era elogiado por la crítica y los músicos, pero que hasta ahora no había podido alcanzar la masividad.

Sus mixtapes anteriores eran difíciles de escuchar, oscuros y lejos del baño de pop que tiene este último álbum. Él lo sabía y por eso pidió a su manager que lo ayudara a salir de ese nicho.

El primer paso de Abel Tesfaye —así se llama cuando no está sobre el escenario— para alcanzar al público general fue colaborar con Ariana Grande en "Love Me Harder", en 2014. Luego compuso "Earned it" para la banda sonora de Cincuenta Sombras de Grey. Ambas fueron un éxito.

Por eso, el sonido de Beauty Behind the Madness no es una sorpresa, sino el resultado de una búsqueda que había comenzado tiempo atrás. Es una mezcla de pop, R&B, con toques ochentosos, algunos solos de guitarra rockeros y un ineludible aire a Michael Jackson.

El corte difusión, "Cant feel my face" es el tema más bailable del disco y probablemente el más cercano al mejor momento de Jackson. La voz de Tesfaye acompañada de una buena línea de bajo es pegadiza e irresistible.

Sin embargo, detrás de ese brillo funk y popero, yacen las letras de The Weeknd, oscuras y melancólicas. En Beauty Behind the Madness el artista repasa amores tóxicos, su vida antes del éxito, el vacío emocional, la adicción a las drogas y su fascinación por el sexo y las mujeres.

En ese sentido recuerda a Lana del Rey —con quien confesó tener una gran conexión y quien colabora en el disco— ambos son capaces de hablar de sus lados más oscuros, de sus miserias y empacarlos de forma tal que a mucha gente le parezca irresistible.

SABER MÁS

The Weeknd [****]

Disco: Beauty Behind the Madness. Año: 2015. Sello: Republic Records País: Estados Unidos. Duración: 65:24 minutos.

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