El vocalista de Crysler habla del momento de la banda, que se presenta el viernes en la Sala Vaz Ferreira a las 21 horas, en una noche donde también estará Chala Madre.

¿Qué es lo más importante para mantenerse haciendo música?

Nacimos del barro, no teníamos nada en su momento, ni una guitarra. Tampoco venimos de familias adineradas. Todo eso la da un valor agregado al recorrido. Si se puede hablar de fórmulas, lo fundamental que nos trajo hasta acá es basarse en lo humano. De chicos tratamos de ser profesionales.

¿Cuáles son las claves para ustedes al momento del vivo?

La gran pregunta que nos hizo Fabián Prado, el productor, era si queríamos defender el disco en vivo. Queríamos poder defender en vivo lo que está en el disco sin usar cosas extra. No queríamos plagarlo de arreglos y tener que tirar pistas o ese tipo de cosas en vivo. Esa fue la idea general.

¿Cuál es el concepto general del último disco, Bastones y Ciegos?

El concepto fue ir por algo más crudo con respecto al disco anterior (El gran bonsái), grabando casi todo juntos excepto algunos detalles. Intentamos mantener el calor sonoro de estar tocando todos juntos. Volver a lo no tan trabajado y súper editado.

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tres preguntas a bruno ribeca