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Martín Rivero presenta disco y habla de cómo es ser solista y de sus tiempos en Astroboy

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Martín Rivero. Foto: Matilde Campodónico

ENTREVISTA

El cantante, integrante del colectivo Campo, llega hoy a la Sala Balzo del Auditorio del Sodre, para tocar los temas de "La espuma de las horas"

Hoy a las 21.00 en la Sala Hugo Balzo del Auditorio Nacional del Sodre, Martín Rivero presentará La espuma de las horas, su segundo disco solista, editado el año pasado y nominado a los recientes Premios Graffiti.

Antes, el integrante del colectivo Campo, ex Astroboy y parte del proyecto Atlas, conversó con El País sobre la faceta artística que más responsabilidad le hace sentir.

—Hace un año, a poco de haber sacado tu disco La espuma de las horas, me decías que habías recuperado el proyecto solista para encontrarte a vos mismo. ¿Cómo fue ese proceso de reencuentro?

—Rebien. Ese objetivo es misión cumplida, digamos. Estoy en eso, porque ser artista y llevar tu nombre de pila es una gran carga, una gran responsabilidad. Al mismo tiempo está buenísimo porque hacés las cosas como querés, lo que no significa que no puedas seguir con tus otros proyectos, colaborando con otros. Está buenísimo encontrarle sentido a ser Martín Rivero; tiene que ver con la seguridad artística y con mi voz, con lo que tengo para decir. Eso se fue afianzando y mas allá de que lo estoy encontrando, y cada vez es algo más definido, de todas formas me cuestan pila las presentaciones en vivo.

—¿Cómo planteás entonces, este show de la Balzo?

—Con distintos invitados, y tiene distintos formatos. Porque yo no soy un gran instrumentista, digamos. Soy un hacedor de canciones, de un tipo de canciones muy particulares que son solo las mías (se ríe). Aprendí a tocar la guitarra retarde y toco muy rudimentariamente, entonces un show solo de guitarra y voz, todavía no lo encontré. Sí encontré la forma de trabajar colectivamente, de una manera que me gusta y que me queda cómoda. Pero es un desafío, porque es el proyecto de Martín Rivero y a la hora de salir a tocar, una banda se hace carísima de trasladar, y en Uruguay, y más con mi música que es de nicho, se hace difícil. Entonces fui encontrando formatos, y un gran hallazgo es Guillermo Berta, que puede tocar batería, bajo, guitarra acústica, eléctrica, y de productor sabe muchísimo. Eso es lo más parecido al formato unicelular, pero con otro, porque es linda la interacción. No me resulta tan atractivo el cantautor solitario.

"El cantautor solitario no me resulta tan atractivo"

Martín RiveroCantautor

—Contame de los formatos que vas a mostrar hoy.

—Va a ir cambiando. Va a empezar como una especie de power trío eléctrico de batería, bajo, guitarra y voz, con “Guile” Berta y (Roberto) Rodino; después se van a ir sumando algunos invitados, después va a haber un bloque más acústico e íntimo. Y después va a estar una banda que me copa, de chicas, Niña Lobo, que me hicieron acordar mucho a los inicios de Astroboy, que tenía algo garajero, simple pero que conecta con la emoción. Y van a ir y venir invitados hasta que al final se formará una gran banda, algo así. La excusa es la presentación del disco, pero es más que nada ver quién es Martín Rivero, cuáles son sus canciones. Y me pone contentísimo.

—¿Hay una conexión consciente entre las canciones que hiciste para Astroboy, para Campo y las tuyas solistas?

—No. Yo me manejo más con la intuición. Entre la intuición y el subconsciente se ha ido desarrollando mi carrera, que tiene que ver más con la emoción. Para mí la música —la manera en que la escucho, la disfruto y la vivo— es algo invisible y que me tiene que conmover. Si hago una canción y no me conmueve, aunque esté buena, no la vuelvo a hacer. Hay un respeto al don de la emoción, capaz, que también pasa en vivo. A veces estoy tocando y brotan lágrimas que tengo que esconder, porque me sobrepasa.

—Y desde que salió el disco hasta hoy, ¿qué encontraste?

—(Piensa) La responsabilidad. Para transformarte en un gran artista, tenés que hacerte cargo, hacerte responsable de lo que estás haciendo, y darle de manera concisa todos los días.

—¿En qué términos medís lo de gran artista? ¿Qué es, para vos, ser un gran artista?

—Cuanto más puedas expresar tus ideas y emociones que están en un plano abstracto, y eso genera feedback y el otro pueda conectarse con eso, ahí sos un gran artista. No importa la escala, no es el primer objetivo para ser un gran artista. Es verdad que es difícil definirlo, y si tiene que ver el éxito comercial o qué. Hay algo que tiene que ver con tu propia visión; cuanto más fiel seas con hacerlo por vos mismo, estás en el camino de gran artista.

—Tocaste con Astroboy, una banda que tuvo su lugar en un momento efervescente del rock uruguayo; sos parte de Campo, que puede tocar en la sala grande del Auditorio del Sodre; y este proyecto solista implica tocar en lugares muy chicos o, como hiciste, telonear a No Te Va Gustar en Buenos Aires. Eso te dará un montón de perspectiva...

—Sí, es tal cual. Este camino de Martín Rivero un poco es agarrar la guitarrita y fijarse qué pasa. Es la única manera. Hay un deseo ahí que tenés que tener, siendo vos la persona y el artista. Pero sí, te da perspectiva ir a abrir para No Te Va Gustar en el Gran Rex, más allá de que es un gran elogio, para mí, que me hayan invitado. Pero a cada minuto yo iba diciendo: “Hola, soy Martín Rivero” (se ríe).

—¿Más allá de eso, cómo viviste esas presentaciones?

—Es raro. Cuando yo empecé en la música, ni siquiera pensé que iba a iniciar un camino en la música, era tal vez algo más caprichoso o juvenil. Coincidió que lo que estábamos haciendo tenía que ver con algo que estaba sucediendo. (Piensa) En esa época, yo era muy contra de lo que en ese momento era la música uruguaya, y mi discurso era todo lo contrario a lo que eran No Te Va Gustar o La Vela Puerca. ¡Decíamos que no queríamos tocar en un Teatro de Verano! Pero era parte de ser unos chiquilines que no sabíamos ni dónde estábamos parados, y era como la gracia y lo que nos divertía. De ese camino, hoy me siento muy alejado, aunque lo respeto. Y toqué con ellos y me impresionó la manera en la que trabajan, la disciplina que tienen, y en un punto, eso es una segunda chance. Porque mi yo de 19 años sólo quería ir en contra de la música uruguaya, pero flaco, sos uruguayo. Entonces esos shows me reconciliaron, en un punto, con eso, y al menos a mí mismo me saqué esa etiqueta.

"Mi yo de 19 años sólo quería ir en contra de la música uruguaya"

Martín RiveroCantautor

—Envejecieron bien los discos de Astroboy. Automática me sigue sorprendiendo, en un punto.

—Sí, Automática está muy bien. Cinco estrellas tiene una cosa muy buena que es esa energía, pero ta, es muy difícil para mí. Me escucho la voz y... Era un perro cantando. Lo bueno es que aprendí un montón.

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