Hoy viernes se cumple medio siglo de la muerte de una figura fundamental en la música y la cultura uruguaya: Lauro Ayestarán.

"Lauro Ayestarán fue una personalidad de gran peso en la vida cultural uruguaya de mediados del siglo XX", dice el comunicado oficial emitido para conmemorar los 50 años de la desaparición física de Ayestarán. Y no hay nada que objetarle a esa frase. 

Como musicólogo, guiado por una curiosidad en apariencia insaciable, Ayestarán se abocó a estudiar y registrar la música hecha en este país con rigor, pasión, tesón y erudición.

Nacido en 1913, también fue docente, y divulgó cuanto conocimiento le llegara o estuviera en su mente, esparciendo conocimiento en ondas que llegan hasta el presente.

Fue en busca de las canciones y las composiciones que se hicieron y hacían en Uruguay en su época, y dejó para la posteridad uno de los más importantes registros y archivos sobre la música hecha acá, en muchas de sus vertientes, un archivo que abarca fotos, partituras, grabaciones y registros fílmicos, como este, que da cuenta de juegos y rondas históricos del país, en los cuales hay canciones y bailes.

Ese registro proviene del Archivo General de la Universidad de la República que la rescató digitalmente del documental Juegos y rondas tradicionales del Uruguay. El registro es de 1966, fue hecho para el Instituto de Cinematografía de la Universidad y fue supervisada por el propio Ayestarán, con fotografía de Mario Handler y Eugenio Hintz.

El Centro de Documentación Musical Lauro Ayestarán participó de la restauración del documental y anunció que el mismo "verá la luz en breve, en formato DVD y acompañado de un libro".

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