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Larbanois & Carrero recuerdan su historia a través de sus discos

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Eduardo Larbanois y Mario Carrero con sus discos. Fotos: Leonardo Mainé.

ENTREVISTA

Antes de sus recitales del viernes y sábado en el Auditorio del Sodre, Larbanois & Carrero repasan algunos de sus discos

"Nuestra primera actuación fue en 1977 en una cooperativa de viviendau201d, recuerda Mario Carrero. u201cSobre la calle Santa Lucíau201d, agrega Eduardo Larbanois. u201cYo había ido a acompañar a Mario como guitarristau201d. En los 42 años que pasaron desde esa primera actuación, el dúo Larbanois & Carrero se consolidó como uno de los más populares de la música folclórica uruguaya. Con más de 20 discos editados, los músicos grabaron canciones como u201cZumba que zumbau201d, u201cCuando cante el gallo azulu201d, u201cOcho letrasu201d y u201cSantamartau201d, que se ganaron su espacio en el cancionero uruguayo.

Más de cuatro décadas después de su debut, Larbanois & Carrero se siguen presentando en grandes escenarios y con diferentes propuestas. Pocos años atrás, presentaron Cuatro en línea, un proyecto junto a Emiliano y El Zurdo, del que hace poco nació el disco triple La noche, y tuvieron un proyecto en vivo con Pepe Guerra, uno de los cantantes de Los Olimareños, del que nació el disco Histórico, un en vivo donde interpretan canciones de ambos dúos.

El viernes y el sábado, Larbanois & Carrero vuelven a encontrarse con el público, con dos fechas en el Auditorio Nacional del Sodre, donde interpretarán sus clásicos, reversionarán otros y adelantarán nuevas canciones. A su vez, el dúo estará presentando 40 años en vivo, el primer disco cuádruple de la historia de la música uruguaya (últimas entradas para el sábado en Tickantel, está casi todo agotado).

Además de adelantar cómo será su doble fecha en el Sodre, el dúo charló sobre sus comienzos, usando una serie de discos como disparadores. u201cEl pueblo uruguayo le puso a los cantores una tarea, porque en la dictadura no había sindicato, no había partidosu201d, es una de las primeras cosas que dice Carrero al recordar los comienzos del dúo. u201cLos cantores habían sido prohibidos y exiliados, y los que quedamos pudimos, entre líneas, dar un poco de esperanza a través de las cancionesu201d.

u201cLas primeras veces yo subía como solista y me acompañaba Eduardo, o él subía como solista y yo lo acompañabau201d, relata Carrero. Más adelante, cuando los intercambios ya se volvieron costumbre, se empezaron a presentar como un dúo.

u201cYo siempre fui solista, hasta que empezamos el dúo, pero siempre tuve una fuertísima influencia de Los Olimareños. En mi visión de la canción estaba cantar cosas en dúou201d, dice Carrero.

u201cEduardo siempre trabajó el tema de las armonías de voces con Los Eduardos, entonces yo seguí con lo que hacía y él se encargó de armonizaru201d, agrega. Desde las primeras grabaciones del dúo, editadas en 1978 y disponibles en el disco Amigos (del que participan Carlos y Washington Benavides, y Juan José de Mello), se puede percibir la interesante manera en que arreglaban las voces, que luego se convertiría en un sello de Larbanois & Carrero.

u201cEs muy desafiante arreglar las voces porque cuando tenés un timbre más o menos parecido, el desafío es mayor, porque tenés que buscar recursos para saber cómo darle brillo a eso. Me encanta hacerlo y me gusta mucho el sonido del dúou201d, agrega Carrero. En Amigos (disponible en plataformas digitales) se puede escuchar u201cCuando cante el gallo azulu201d, que define perfectamente ese sonido del grupo.

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La portada de aquel disco muestra a los músicos en el Café Brasilero, un lugar al que Carrero definía como u201cuna especie de oficinau201d, donde se encontraban con personajes de la cultura uruguaya, como Eduardo Galeano. u201cEn ese momento él estaba publicando El fútbol a sol y sombra y nos encontramos varias vecesu201d, agrega el músico.

En un momento de la charla, este cronista les muestra la portada de Carnaval, el disco de Los del Altillo, Omar Romano y el Grupo Vocal Universo, donde el dúo reversiona varios clásicos del repertorio carnavalero y de Los Olimareños. u201cEse disco tuvo muchísimos premios y era el relanzamiento de maravillosas canciones de carnavalu201d, dice Carrero, y en seguida se pone a cantar el u201cSaludo del u201837u201d, de Araca la Cana: u201cHoy rompió la lira su mutismo triste y a su sonu201d. Larbanois se suma al canto y juntos entrelazan la melodía: u201cCantando al templo de Momo que es un encantou201d.

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u201cPara ese disco sugerimos hacer las canciones tradicionales de murga, que no siempre se entendían porque los murguistas tenían pocos recursos. Un día apareció Omar Romano y juntó a los músicos. Yo llevaba las voces escritas en partituras y se me reían. Funcionaban a bebida espirituosau201d, dice, entre risas, Carrero.

Luego pasamos a Juntos, el disco grabado en vivo en 1984, donde también participan Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti, Eduardo Darnauchans, Chico Buarque y Falta y Resto. u201cEse fue grabado en el Estadio Centenario con el escenario en la mitad de la cancha y las cuatro tribunas llenas de genteu201d, recuerda Carrero. En seguida, Larbanois recuerda que ese día jugaron al fútbol con Chico Buarque en los vestuarios del estadio. u201cEs fanático del fútbol y jugamos con una pelota hecha de vasosu201d, recuerda.

El último disco sobre el que hablan es Anti rutina, de 1984. u201cPara mí es un discazou201d, asegura Larbanois y empieza a nombrar a u201cLa parva indestructibleu201d, u201cOcho letrasu201d y u201cAnti rutinau201d. u201cAlgunas de esas canciones las deberíamos recuperar, pero es tanto el material que hay que es difícil elegiru201d, asegura Carrero. u201cEn el show de 40 años tratamos de elegir una canción por año y creo que de una manera se logró. No obstante, quedó una gran cantidad afuerau201d, agrega.

Esa frase define el trabajo de Larbanois & Carrero: son más de 40 años de canciones y hay que celebrarlo.

Partícipes del movimiento de canto popular

Larbanois & Carrero recuerdan que uno de los primeros grandes conciertos del dúo fue en 1977, durante un festival organizado por un grupo de viajes de la Facultad de Agronomía. u201cFue en el gimnasio del San Juan Bautista y cantamos para 3000 personasu201d, recuerda Carrero. u201cDe algún modo, eso empezó todo lo que fue ese desarrollo creciente del canto popularu201d, agrega. Durante la dictadura, músicos como Eduardo Darnauchans, Carlos Benavides, Juan José de Mello y grupos como Los Que Iban Cantando y Rumbo compartían escenario. u201cEra toda una generación que transcendía más que por un artista puntual. No existían límites entre las propuestas y los que subían a cantaru201d, agrega. Ambos músicos dejan en claro que el objetivo era generar espacios de expresión para el público uruguayo.

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