Dave Grohl volvió a los escenarios en un asiento que emuló el codiciado trono de Game of Thrones. En versión rockera, claro.
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A pesar de tener la pierna quebrada, Dave Grohl decidió volver a los escenarios con Foo Fighters, para festejar los 20 años de la salida del álbum debut de la banda, Foo Fighters (Roswell/Capitol, 1995). Y lo hizo a lo grande, captando toda la atención.
El exbaterista de Nirvana actuó sentado en una suerte de sillón gigante, que en el respaldo tenía el logo de su banda y mástiles de guitarras saliendo hacia los costados. Así, emulaba al trono de la serie Game of Thrones, construido con miles de espadas.
Grohl, además, deleitó a los presentes contándoles anécdotas de su periplo con esta reciente fractura y proyectando fotos.
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