Limpiando Encontré Monedas vuelve por una única noche.

Cuando el colectivo Esquizodelia no era todavía uno de los más prolíficos semilleros de la ciudad (o no se lo reconocía así), cuando el mote de indie no aparecía por todos lados todo el tiempo y cuando el festival Peach and Convention empezaba a afirmarse, la banda Limpiando Encontré Monedas encontró un éxito sorpresivo que, lejos de potenciarla y de llevarla a límites insospechados para su nicho, la hizo darse de frente contra la pared. Así, dos años y medio atrás, uno de los grupos más interesantes de la escena montevideana dejaba de tocar definitivamente.

Fue una pausa larga de la que este grupo que al frente tiene a Salvador García, dueño también de un precioso proyecto solista (está preparando un nuevo disco que seguramente editará el año que viene) y ahora responsable del ecosistema de producción Anatema que desarrolla talleres, mesas de charla y gestiona conciertos, finalmente saldrá mañana. A las 21:00 volverá tocar por única vez en la ciudad —más adelante habrá un par de fechas en La Plata, y por ahora eso será todo—, en la Sala Hugo Balzo del Auditorio Nacional del Sodre y junto a los argentinos de Mañana Mi Coche Explotará. Quedan las últimas entradas en venta en Tickantel, a 300 pesos.

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"En aquel momento no supimos soportar la repercusión inesperada de lo que habíamos generado, y nos agotó un poco. Por suerte de ahí surgieron otros proyectos (se refiere al suyo, al de Toto Yulelé como solista y a las bandas de Jhona Lemole) que nos mantuvieron a todos activos, y era una forma de existir de Limpiando Encontré Monedas, a través de eso", comenta García en charla con El País.

Aquel auge de Limpiando fue, piensa García, la consecuencia de un movimiento que venía creciendo a pasos fuertes y que si no los impulsaba a ellos, hubiera impulsado a cualquier otra banda. Y también tuvo que ver la mezcla de públicos que la banda generó, llevando a la gente del teatro hacia el ambiente de la música; y a la recuperación de una tradición cancionera uruguaya que estaba un tanto dejada en el olvido.

Porque con claros giros mateísticos en su música —de hecho, Eduardo Mateo y Fernando Cabrera son puntos de encuentro para todos los integrantes de la banda—, sus canciones van atrás de aquella experimentación que propusieron Los Que Iban Cantando o Travesía, basada en los arreglos corales y las armonías.

"Y ahora, esta vuelta nos encuentra a todos más maduros y concentrados en las cosas que hay que concentrarse para tocar. En otro momento estábamos más dispersos, y no del todo decididos de que queríamos hacer música", añade el músico, "pero ahora está todo más claro".

En este concierto, la banda mezclará algún tema de su único disco, Un paseo en bicicleta, con otros nuevos compuestos especialmente para la ocasión. García reconoce que tiene ganas de grabarlos, pero no se lo plantea de momento. De hecho, no hay plan a futuro: es un show único para reflotar aquella efervescencia.

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