Historias que se hacen maravillas de canciones

17/02/2018, 19:36

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Crítica

El nuevo disco de Fernando Cabrera, 432, es una nueva muestra de su excelencia

Fernán Cisnero

Su nuevo disco es pura música uruguaya porque Fernando Cabrera es pura música uruguaya. Eso queda más que explícito en 432, ese último disco y que fue uno de los mejores del año pasado.

Además de un explícito homenaje cerca del final de álbum en las brevísimas u201cLlegó el candombeu201d y u201cCancionerou201d (un canon de la música uruguaya que termina con u201cMateo cantando encima de su música abismalu201d), todo el disco es una conjunción de sonidos que se han hecho nacionales aunque no lo sean. En Cabrera vienen conviviendo desde hace 40 años Yupanqui, los Beatles y el pop-rock, Mateo, el tango tradicional y Piazzolla y la milonga, en una amplitud que Cabrera siempre reverenció, sí pero también moldeó sin ninguna docilidad hacia los modelos. Eso y su particular forma (con esa voz que cada vez canta mejor), lo han convertido en un universo único.

A diferencia de su último disco, el más experimental Viva la Patria, 432 se emparenta con la versión más accesible de Cabrera. En ese sentido, parece más cercano a Fines, su disco de 1993 que de algunos de esos riesgos más recientes.

Hay muy buenas canciones (entre ellas un cover, u201cDe las contradiccionesu201d de Larbanois-Carrero) en los que, como es costumbre en Cabrera, la melodía y la poesía juegan y se entrelazan con un tono lúdico. Está lleno de ideas, el final rezado de u201cOraciónu201d; el homenaje a su madre en u201cPollera y blusau201d; los toques a lo Lazaroff de u201cAlarmau201d y ese Cabrera bien clásico que es u201cCopando el corazónu201d. Todo está arreglado con un buen gusto con arreglos que van de pop a la vanguardia.

Otro encanto del disco es su banda habitual integrada por Ricardo Gómez en batería, Federico Righi al bajo), Herman Klang en teclados y Juan Pablo Chapital en guitarra.

Es el decimocuarto del disco de Cabrera, el integrante más constante de llamada generación 1976 de la música uruguaya (una selección donde están, entre otros, Lazaroff, Darnauchans, Galemire, Maslíah). Su primer grupo fue Montresvideo y después de un fugaz (y relevante) Baldío, inició una carrera solista con la que, a pesar de una perseverante experimentación e independencia, fue consolidando una trayectoria que a esta altura es internacional. Es uno de los cantautores más originales de la música uruguaya.

432 (el título refiere al número de puerta de la casa de una abuela) es una prueba más de que Cabrera está en un momento imperdible, una coyuntura que ya lleva cuatro décadas. El jueves está en Patio del Museo (Maciel esquina Piedras) con Florencia Núñez de invitada. En vivo, Cabrera, sigue siendo, también, una experiencia única.

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