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Un eximio concertista polaco

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El Centro Cultural de Música presentó en su ciclo "Música al mediodía" —que este año cumplió sus once años— al notable pianista polaco Maciej Pikulski. El programa que abordó era de grandes responsabilidades ya que los tres compositores elegidos exigen no sólo un excelente dominio técnico sino que el pianista debe transmitir la intensa carga expresiva que esas obras encierran.

Desde la última vez que oímos a nuestra compatriota Nibya Mariño ejecutar el "Andante spianato y Gran Polonesa Brillante" de Chopin, no escuchábamos esta obra tan bien interpretada como hasta el momento. Pikulski nos llevó del ensoñador "Andante" a la apasionada "Polonesa" cuyos arranques absorbentes de triunfo y heroísmo fueron traducidos con total fidelidad. Luego escuchamos de Franz Liszt "Un suspiro", tercer estudio de los llamados de concierto. Al igual que en los otros 57 estudios compuestos por Liszt, este dignifica a la categoría de forma artística los tediosos ejercicios técnicos, que dejan su aridez para convertirse en verdaderos poemas musicales.

La versión de Pikulski merece una mención especial por el extraordinario equilibrio expresivo logrado en su transmisión.

Continuó esta audición con tres transcripciones de Liszt de los lieder de Franz Schubert, "Die Stadt", "Ständchen" y "Gretchen am Spinnrade". Las dos primeras forman parte del ciclo "Los cantos del cisne" y la última está inspirada en el "Fausto" de Goethe. Pikulski supo destacar la esencia de ellas y al mismo tiempo subrayar las sutilezas de las filigranas que introdujo Liszt.

A pesar de que en el programa de sala constaba la "Segunda Rapsodia Húngara" de Liszt, esta fue sustituida por la "Paráfrasis de Rigoletto de Verdi" del mismo autor. El famoso cuarteto de la mencionada ópera es recreado virtuosísticamente por Liszt. Esta obra sirvió para que el pianista polaco hiciera gala de su destreza pianística.

Los cinco preludios de Rachmaninoff escuchados a continuación fueron dichos con idéntica precisión a la vez que con ese especial "toucher" que caracteriza a este pianista.

En Maciej Pikulski existe un temperamento musical netamente eslavo, ricamente matizado, al servicio del cual hay una técnica indiscutible, que se transforma por intermedio de la personalidad emocional del intérprete en un maravilloso instrumento elástico de expresión. El público asistente aplaudió cálida y justicieramente al eximio concertista polaco.

Música al mediodía.

Recital del pianista Maciej Pikulski. Presentado por el Centro Cultural de Música. Programa: Andante spianato y Gran Polonesa Brillante de Chopin, Un Suspiro de Liszt, Tres lieder de Schubert transcriptos por Liszt , Paráfrasis de Rigoletto de Verdi por Liszt y Cinco preludios de Rachmaninoff. Teatro Solís, 20 de agosto.

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