Publicidad

Evolucionar, buscar y aprender

Compartir esta noticia
Maria Gadú. Foto: Difusión

La cantante, una de las sensaciones brasileñas, toca en Sala del Museo hoy a las 21:00.

Con 30 años, Maria Gadú ya logró que su nombre se instalara con peso propio en la escena musical brasileña y que empezara a sonar y a ser aceptado entre las principales figuras de la canción de su país. Ha grabado y compartido escenario con artistas de primer nivel, sean internacionales o compatriotas suyos: de hecho, la única vez que se presentó en Montevideo hasta ahora fue en una gira compartida con Lenine, con quien tocó en el Teatro Solís en el marco del Jazz Tour 2014.

Ahora, Gadú viene a convocar por su cuenta, con un currículum que la respalda: tiene dúos hechos con Tony Bennett, Alicia Keys, el argentino Pedro Aznar, Caetano Veloso, Milton Nascimento, Gilberto Gil y Paulinho Moska.

Además, su canción "Shimbalai" se convirtió en un hit que supo sonar en las radios uruguayas; recibió varias nominaciones al Grammy Latino (la última fue este año) y tiene un disco que presentar: Guelã, un gran paso hacia adelante en su carrera (ver recuadro). Toca hoy a las 21:00 en Sala del Museo (Rambla y Maciel), y hay entradas en Red UTS a 860 pesos.

Antes de su show en Montevideo, la brasileña contestó vía mail las preguntas de El País.

Si no puede ver el video, haga click aquí.

—Guelã tiene un diseño artístico muy cuidado. ¿Qué importancia le das al disco como objeto físico?

—Creo que la experiencia de escuchar un disco comienza en la portada, en la imagen que cada proyecto tiene. Nosotros estamos muy ligados a lo que entra por los ojos, las formas. Ese combo imagen-sonido es maravilloso y representativo, y espero siempre poder ofrecerlo. Dentro del disco físico hay información valiosa: la ficha técnica, quién tocó, quién grabó, las letras. Sólo escucho música así, todavía tengo un discman y una vitrola. Compro discos, escucho con calma y leo todo.

—Hay una evolución a nivel de letras en este disco. ¿Hubo algún cambio en el proceso compositivo?

—Con certeza hay una mayor madurez. Mi primer disco estaba compuesto por canciones que hice a lo largo de la adolescencia empezando por "Shimbalai", que escribí a los 10 años. Ahora, con 30 años, leo muchos libros, converso con la gente, tengo otros compromisos y responsabilidades y es natural que mi discurso cambie, mi manea de encarar las palabras y mi vocabulario. Todo se refleja en mi forma de escribir. Escribo lo que aprendo.

—"Todos los sentimientos son válidos cuando son verdaderos", decís en tu disco. ¿Qué sentimientos te genera este momento de tu carrera?

—Paz. Estoy tranquila. Miro para atrás y veo una trayectoria honesta, fiel, linda y limpia. Dentro del arte, procuro dar expansión: expansión de pensamiento, de sentimientos, de conocimiento. Eso para mí es el éxito: poder evolucionar, querer evolucionar, buscar y aprender.

—Vas a dar tu primer show como solista en Montevideo, donde ya estuviste de gira con tu compatriota Lenine. ¿Qué impresión te dejó la ciudad?

—La mejor posible. Fui muy bien recibida por la energía de la ciudad y de las personas. Creo en esos encuentros de la primera vez, son cruciales. Yo amé Montevideo y estoy deseando volver para presentar lo que estoy haciendo. Vamos construyendo una amistad.

—¿Qué características tiene este nuevo show?

—La sonoridad está basada en el disco Guelã. Somos cuatro en el escenario: yo tocando la guitarra eléctrica, Federico Puppi en cello, Felipe Roseno en percusión y Lancaster Pinto en bajo. Tenemos una integración de banda, no existen planos: estamos todos a un mismo nivel en escena.

—¿Cómo te vinculás a la distancia con la canción "Shimbalaie"? ¿Seguís disfrutando de hacerlo en vivo?

—La amo. Reflejé ahí mi infancia feliz, nadando en las aguas de Ilha Grande, donde compuse la canción 20 años atrás. Me remite a la ligereza de la propia canción que me llevó a tantos lugares, por Brasil y el mundo, y soy feliz con ella. La tocamos al final del show, para celebrar la alegría de estar allí.

Si no puede ver el video, haga click aquí.

—Muchas de tus canciones han estado como cortinas de telenovelas. ¿Qué tanto ayuda eso en la industria brasileña?

—Las telenovelas son un portal para la casa de las personas entonces vos entrás allí, a la vida de ellas, con la opción de que les guste o no. Pero el alcance de las telenovelas es inmenso aquí, entonces eso acarrea una popularidad de tu repertorio y después viene tu cara. A partir de ahí el recorrido por Brasil se hace más grande.

—Te has vinculado con los principales artistas brasileños, has ganado premios y cosechado buenas críticas. ¿Te sentís una privilegiada o es resultado natural de tu trabajo?

—Siempre es un privilegio de la vida, seguro: hago lo que amo con muchas otras personas. Tuve sí el privilegio de que el destino me colocara al lado de personas que admiro, y de poder aprender con ellas. No sólo las conocidas sino todas, mis amigos y todos los músicos. Eso construye una energía de gratitud inmensa. Pero no existe "mi trabajo", somos siempre un grupo de personas haciendo y generando cosas.

LOS TRES DISCOS DE LA CANTANTE.

Maria Gadú - 2009.

Es el primer disco de la brasileña e incluye el hit "Shimbalai", que rápidamente se instaló en las radios. Gadú plasmó su esencia cancionera en este primer trabajo, que fue tres veces Disco de Platino.

Mais Uma... - Página / 2011.

Con canciones propias, versiones y composiciones hechas con otros autores, Gadú se afirmó en el mercado brasileño y demostró que talento le sobra. Además, otra vez logró buenas ventas, aunque no como con el anterior.

Guelã - 2015.

El trabajo que Gadú viene a presentar se arriesga a salir de los límites de la llamada nueva música brasileña, y tiene una búsqueda que es más experimental. Además, hay un cambio bueno en las letras de las canciones.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Maria Gadú. Foto: Difusión

MARIA GADÚBELÉN FOURMENT

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad