TAQUILLA

El show de los Backstreet Boys en Uruguay resultó ser un éxito: en el primer día de venta general de entradas (entre el viernes y el domingo hubo una exitosa preventa limitada), los tickets volaron. Se habilitaron algunos lugares más, que también se comercializaron rápidamente por Tickantel, y para las 20.00 quedaban apenas un par de cientos de entradas que, está visto, se agotarán en poco tiempo.

Al cierre de esta nota, si bien había disponibilidad en 10 sectores, era mínima y estaba concentrada en los sectores de campo (apenas un par eran de tribunas), que oscilaban entre los 3.400 y los 9.000 pesos.

Es probable que este interés en la audiencia uruguaya tome por sorpresa a más de uno, porque si bien el quinteto estadounidense se ha mantenido activo salvo una pausa de un par de años, y tiene un disco editado hace meses (DNA, que le da nombre a la gira que los trae a la región), es un ícono de la década de 1990, y aquel público que fue fanático en su momento, infantil y adolescente, hoy ronda o ha superado los 30 años.

La aprobación de miles de personas convierte ya, seis meses antes de su concreción, al recital de los Backstreet Boys en uno de los eventos musicales internacionales más destacados de 2020.