El Centro Cultural de Música inició su temporada 2017 con un concierto inaugural que tuvo como protagonista a la Orquesta de Cámara de Munich. La primera parte del programa fue dedicada a Mozart interpretando la "Sinfonía nº 29" y el "Concierto nº 4 para violín y orquesta", siendo la solista la joven violinista alemana Veronika Eberle. Al carecer de director, el concertino debe oficiar como conductor y este cargo fue desempeñado por la violinista Soyeun Kang.

La versión que brindó Kang fue un exponente de belleza y pureza de estilo, logrando sonoridades diáfanas y notables acentuaciones rítmicas. Luego se escuchó el "Concierto nº 4 para violín y orquesta". En ella predomina el "estilo galante" que Mozart había importado de Francia, el cual se caracterizaba por buscar el ideal estético de perfección formal y amenidad expresiva. Mozart deseaba que esta obra no fuera un concierto puramente virtuosístico, sino por el contrario que el solista pudiera desarrollar su fantasía, expresividad y sensualidad.

Eberle comprendió muy bien las pautas del autor cumpliendo eficazmente con estos cometidos. El lirismo y la belleza melódica estuvieron presentes en toda su interpretación. Digno de todo elogio fue el excepcional pianissimo del rondó final del concierto. La orquesta ofreció un acompañamiento equilibrado y sensible, salvo algunas notorias distorsiones en los cornos. La solista fue cálidamente ovacionada por el público ofreciendo como bis la versión con orquesta de "Liebesfreud" de Fritz Kreisler.

La segunda parte del concierto se inició con el estreno para nuestro país de "Hirta Rounds"(2015) del compositor irlandés David Fennessy. Después de esta crispada obra vino el hermosísimo intermezzo titulado "Andante Lírico "de Max Reger.

Esta composición fue concebida originalmente para piano u órgano como "Liebestraum" y posteriormente su autor la transcribió para quinteto de cuerdas. En ella se perciben notorias influencias de Brahms y Schumann. La versión que ofrecieron los músicos de Munich de esta miniatura fue la más emotiva de toda la noche. Para cerrar, se escuchó la Sinfonía nº 45 conocida como "Los Adioses" de Haydn. Su apodo se debe a que los integrantes de la orquesta que él dirigía necesitaban unas vacaciones y éste trato de comunicárselo con delicadeza a su patrón, el príncipe Esterházy por medio de la música.

En el último movimiento los instrumentistas se van retirando uno por uno, hasta que sólo quedan los dos primeros violines para terminar la sinfonía.

música, crítica, Julio César Huertas

orquesta de cámara de munich

Concertino: Soyeun Kang. Solista: Veronika Eberle, en violín. Programa: Sinfonía nº 29 K.201 y Concierto nº 4 para violín y orquesta K.218 de Wolfgang Amadeus Mozart. También se interpretó Hirta Rounds de David Fennessy, y Andante Lírico para cuerdas de Max Reger, y Sinfonía "Los adioses" de Joseph Haydn. Lugar y fecha: Teatro Solís, 25 de abril.

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