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Un desafío mayor para un pianista de primera

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Francesch, un pianista uruguayo que se ha lucido en grandes escenarios. Foto: Difusión

Hoy, en el Teatro Solís, Homero Francesch interpreta a Bach.

El pianista uruguayo Homero Francesch inaugura la serie de los Grandes Intérpretes 2017 tocando las Variaciones Goldberg de Johann Sebastian Bach, una obra fundamental en la literatura para teclado y que no todos los pianistas tienen el valor de interpretar en vivo. La cita es hoy, a las 20.00, en la sala mayor del Solís, y las entradas se venden en Tickantel, a $ 450. Una hora antes del concierto, a las 19.00, con entrada libre en el Ciddae (del Solís), la organista María Bruzzese ofrecerá una charla sobre las Variaciones Goldberg.

Francesch, quien desde que dejó su cátedra en la Universidad de las Artes de Zúrich visita con más frecuencia su país, donde pasa largas temporadas, confiesa que el proceso de preparación de este programa ha sido gratificante. Es hacerle "una trampa a la propia edad porque es una obra gigante, que no solamente implica desarrollar la memoria y la concentración hasta el límite, también interpela al ejecutante en su propia técnica y su musicalidad de interprete. Y he sido muy feliz en este tiempo. Podría haber elegido tocar el mismo programa que hice hace pocos días en Brasil, con obras de Mozart, Ravel y Brahms, pero me pareció que tocar las Goldberg era una buena propuesta para Montevideo. No se hacen habitualmente y aquí, según me cuentan, hace décadas que no se hacen con piano."

Décadas son también las que el pianista uruguayo ha pasado sin tocar en Montevideo. Su último recital a piano solo fue en 1971. Mucho tiempo para un pianista que durante estos años ha tocado sin cesar en salas como el Carnegie Hall de Nueva York, la Berliner Philarmonie, la Salle Pleyel o la Salle Champs Elysees de Paris. Recién el año pasado volvió a Uruguay para tocar con la Filarmónica de Montevideo en una noche gloriosa con el Concierto Emperador de Beethoven.

Faltaba todavía el retorno a solas, el de la intimidad del recital, solos el pianista y el público. Será hoy, con las Goldberg.

Obra de la última etapa del compositor, esta composición fue completada por Bach hacia 1741, y denominada originalmente por el autor Aria con variaciones diversas para clave con dos teclados. Se estima que debe su nombre al discípulo de Bach, Johann Gottlieb Goldberg, que podría haber sido su primer intérprete.

Se ha dicho que en el mundo de las Goldberg no hay dirección, ni tampoco la necesidad de ir a algún sitio. El retorno, una y otra vez de la simple base armónica, es el eje sobre el cual gira ese mundo secreto y ese mismo renacer marca los meses, las estaciones y los años de ese mundo. Y tras unos 70 minutos de interpretación, el ejecutante vuelve a tocar la misma aria con que empezó todo. "En el mundo de las Goldberg la lógica es belleza, la razón reina, pero toma tantas formas que parece sinrazón, el arabesco es sustancia y lo pequeño es sustancial", reflexionó el célebre crítico español Xavier Pujol al respecto.

Bach fue el inicio del mundo pianístico de Francesch. Por eso, también las Goldberg serán la excusa para homenajear a su primer maestro, el uruguayo Santiago Baranda Reyes.

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Francesch, un pianista uruguayo que se ha lucido en grandes escenarios. Foto: Difusión

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