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Una cantora que no para de crecer

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Laura Canoura

Entrevista

Una charla con Laura Canoura sobre su presente en televisión y radio y el desafío de un show en el Auditorio 

Laura Canoura está cantando como nunca y cuando le cuenta a El País que en los últimos años tuvo una crisis vocacional ya superada, a uno le cuesta creerlo. Después de todo, Canoura es la gran cantora uruguaya.

Con una carrera que ya supera los 30 años (que empezó con Rumbo allá por la década de 1980), Canoura, además, está viviendo un nuevo buen momento de popularidad con una participación destacada en Master Class, el programa de talentos de La Tele. Además tiene un programa de radio (Cantoras en una de las emisoras del Sodre) y está dando clases particulares. Las crisis vocacionales se superan, por lo visto, con trabajo y oportunidades.

Ahora para celebrar este buen momento, Canoura se presentará el 7 de diciembre en la sala principal del Auditorio Adela Reta en un show que la tendrá en el escenario con su banda estable (en la que está Andrés Bedó, su pareja desde hace casi una década) y con la banda de Master Class, sus nuevos compañeros de ruta.

En medio de los ensayos para un show al que le sigue agregando cosas, Canoura habló con El País.

—En la promoción se anuncia que este del Auditorio es tu concierto más importante de los últimos 10 años. ¿Qué pasó en este tiempo para que sucediera esto?

—Creo que maduré (ríe). En estos últimos 10 años, crisis personales y artísticas mediante, he estado buscando cuál era la siguiente lucecita y por suerte algo hizo que me abriera a distintos universos. Estoy haciendo radio con un programa, Cantoras, para el que me obliga a escuchar música permanentemente. Y está esto de haber aceptado -y no haber antepuesto un no que es una cosa bastante común en mi- hacer Master Class. Todo logró destapar una corriente subterránea que estaba ahí pasando. No es que me esté pasando algo que desconozca, es que en parte siento que estoy recuperando algunas características artísticas que tuve cuando empecé como solista. El gusto por la música pop, por ejemplo. Esto del vínculo con Master Class me ha recordado cómo era eso de mis primeros discos y ese placer por hacer una música un poco más abierta al oído de la gente.

Laura Canoura
Laura Canoura, "Detrás del miedo", 1992

—Y además, atreverte a un espectáculo como el que vas hacer.

—Siempre me pasó que pensar en espectáculos más grandes y con más artistas, me daba miedo porque también era productora. Esta es la primera vez que tengo una productora grande atrás, por lo que he tenido que olvidarme de un montón de cosas a las que solía estar conectada. Eso me permitió darme el gusto de pensar en un espectáculo así de grande.

—¿Necesitabas un nuevo impulso?

—Probablemente pero sin dramatismo sino con el ejercicio permanente que uno tiene que hacer cuando se dedica a este tipo de cosas. El éxito no es una entidad única sino que es como un collar de perlas imperfectas. Pero siempre tuve la certeza de que el vínculo con la música no lo voy a perder jamás. Y eso es lo que le digo a los nenes de Master Class. Lo mejor que podemos hacer por ellos es generarles un vínculo con la música que sea indestructible. Que después eso se manifieste delante del público, es otra cosa.

—Así que nunca te sentiste desalentada.

—No, siempre estuve tranquila. La música se acerca de las maneras más inverosímiles. Cuando fui al Sodre a proponer el programa o cuando dije que sí en Master Class, no pensé que iban a venir la cantidad de cosas que vinieron: el reenganche con la música, no olvidarme del placer que me acercó a ella y la alegría de estar haciendo algo que me gusta.

Laura Canoura
''Al Sur de Tu Corazón'' en el ciclo Autores En Vivo, 2014

—¿La televisión te cambió la popularidad?

—Sí, claro. Es graciosísimo. Viste que tengo una altura que está más cerca del horizonte de los niños que de los adultos, entonces cuando voy por ahí los primeros en reconocerme son los niños. Y los veo tironear a los padres y los adultos se ven en la obligación de explicarles que no soy solamente la maestra de Master Class (se ríe).

—Y eso te traerá nuevo público al show del Auditorio.

—Ojalá pase eso que pasa siempre con algunas volutas que se dan en la vida artística. Me pasó cuando hice Piaf y hubo un público que fue a verme porque era espectador teatral pero otros fueron porque amaban a la Piaf o a la canción en francés y ahí me conocieron. Eso generó que ese público que de pronto venía con prejuicio de la música popular, se abriera a escuchar otras cosas mías. Y lo mismo me pasó con el jingle de Diet Pepsi en 1989 que hizo que mucha gente averiguara quién era. Hay que vivir el arte sin la presión del éxito. Para eso están los productores. Mi vínculo es con la música y con la gente y trato de estar abierta a las sorpresas.

—En estos años has desarrollado una faceta de comunicadora con Master Class y Cantoras, tu programa de radio. ¿Cómo te llevas con eso?

—Me gusta pila. Es una faceta, además, que se va integrando en el escenario. Piaf fue un gran mojón en ese sentido porque fue extrapolarme y colocarme en la vida de otro. Me permitió experimentar mucha cosa corporal y eso me desinhibió mucho en la comunicación con mi cuerpo. Y cada uno de los momentos de mi carrera me fueron dando pequeños espacios para desarrollar ideas. Y ahí empecé a hablar, a contar cosas de las canciones a inventar historias.

—Tu programa se llama Cantoras. ¿Hay una tradición de cantoras en Uruguay?

—No es una tradición muy arraigada o de destaque. No es por ponerme en un discurso feminista pero en todas las listas de artistas que puede hacer cualquiera, de 10, ocho son hombres. Y no es porque solamente haya hombres acá.

—Y una de esas dos sos vos.

—Seguramente pero por una cuestión de años. A esta altura no es porque sea mejor, es porque tal vez cuando empecé éramos poquitas y era más fácil destacarse. Pero ahora que hay tantas y de tantos colores y espíritus, ya no se puede decir que somos pocas: somos muchísimas. Hace muchos años, por una cuestión lúdica en el Facebook pedí si me ayudaban a hacer una lista de las mujeres haciendo música popular y pensé “seremos 30, 40”: salieron 137.

Laura Canoura
"To make you feel my love" de Bob Dylan, 1998

—¿Cómo sentís que estás cantando?

—En mis clases, una cosa que le digo a mis alumnos es que el instrumento vocal es el único que varía con los años (no es tan así porque a los instrumentos de madera también les pasa) y a medida que va variando, hay que ver si lo que uno quiere es forzar el instrumento para que se siga adaptando al tipo de repertorio que hacías cuando tenías 20 o adaptar el repertorio para que se adapte al instrumento que vas teniendo.

—Tu música ha ido ganando en sensualidad.

—Sí...

—En Rumbo, digamos, no eras muy sensual.

—Es que no me dejaban (se ríe). Éramos todos muy serios y no se podía gozar mucho. Pero a medida que fui creciendo como persona y a desinhibirme encontré la sensualidad en lo expresivo, en lo que se escucha. Es algo que está en mi repertorio y a mi me gusta.

—Hace pila que no sacás un disco con temas inéditos.

—Entre otras cosas por las crisis que tuve y de la que no me da vergüenza hablar. Nuestra generación no se está adaptando muy bien a los cambios tecnológicos. Todavía soy escucha de discos, si me regalan uno me gusta sentarme a mirar la tapa, a leer quien toca, seguir la letra, así escucho música. Pero las cosas han cambiado y cuando pienso en grabar un disco me pregunto cómo me escucha la gente. Además cada vez más, grabar un disco es una inversión del artista.

—Dijiste un par de veces la palabra crisis...

—Fue una crisis artística, ni personal o existencial. Una crisis vocacional de si la cosa iba por acá. Por suerte salió al rescate el espíritu de mi papá que murió hace cuatro años y que era el hemisferio positivo de mi familia y eso me permitió vincularme a la música desde otros ámbitos. Ahora estoy bárbara porque las crisis necesitan que uno toque fondo de verdad para encontrar las soluciones.

Un show esperado

“Voy a incluir cosas nuevas y cosas tan viejas que para alguna gente van a ser nuevas”, le contó a El País, Laura Canoura, sobre el show del jueves 7 en la sala Eduardo Fabini del Auditorio Nacional Adela Reta. El espectáculo estará divivido en varias partes, habrá varios invitados y tendrá dos bandas: la que suele acompañar a Canoura (“ahí voy a hacer toda mi zona de compositora”) y la del programa Master Class.  El show está anunciado para las 20.30 y las entradas cuestan entre 500 y 1.000 pesos.

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