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Aquellas canciones románticas que no se olvidan

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Alexandre Pires en el Teatro de Verano. Foto: Darwin Borrelli

Desde Brasil

Fotos y crítica del show de baile y canciones que dejó Alexandre Pires en el Teatro de Verano. 

Alexandre Pires en el Teatro de Verano. Foto: Darwin Borrelli
Alexandre Pires en el Teatro de Verano. Foto: Darwin Borrelli

El Teatro de Verano no estaba lleno. Pero la energía del público era suficiente para que Alexandre Pires se sintiera bienvenido en su segunda visita a Montevideo, justo 20 años más tarde que la primera vez, cuando vino con Só Pra Contrariar.

Pires tendrá sus “canas”, como dijo en entrevista con El País, pero ahí, sobre el escenario y con un carisma digno de quien tiene suficiente confianza en sí y años de escenario, parecía el muchacho de los 90 y los 2000, aquel que encantó a Gloria Estefan al punto que lo invitó a que grabaran juntos “Santo Santo” o que emocionó hasta al expresidente estadounidense George Bush cuando cantó “Garota de Ipanema” en el salón Oval de la Casa Blanca.

No solo el cantante viajó en el tiempo. Porque aunque su último lanzamiento en español, la bachata “Traicionar es bueno pero es pecado”, gustó al público, los uruguayos disfrutaron recordando los grandes éxitos románticos suyos, y lo demostraron con el coro gigante cuando cantó “Usted se me llevó la vida” o cuando, ya en el final, sonó “Ámame”. El público brasileño que estuvo ahí habrá agradecido que también incluyera versos en portugués para poder seguirlo.

Alexandre Pires. Foto: Darwin Borrelli
Alexandre Pires cantó éxitos del 2000. Foto: Darwin Borrelli

Pires es un gran bailarín. Porque más allá de que el estereotipo de músico brasileño viene con la idea de “samba no pé”, los pasos del cantante de Minas Gerais cautivaron, quizá por lo espontáneos que parecían, quizá porque, volviendo al carisma, todo lo que hacía llenaba de risas (y gritos) a su audiencia. Un detalle que quedará para la historia, será el de las dos uruguayas que subieron al escenario y lo siguieron sin vergüenza y con audacia al ritmo de pagode.

Detalles para ajustar, como la amplificación de su voz -por momentos molesto-, o la puntualidad, los hubo. Pero pasaron a segundo plano y tanto él como el público se sintieron tan bien, que el show duró dos horas y llevó dos bises más que el que tenía preparado.

Además estuvo el bitbox de reggaeton, el detalle farandulero cuando presentó a su hija Caroline Pires como una de las coristas, el humor con el que se tomó el tropezón con el parlante o la fanática que después de las que bailaron, se coló y pasó corriendo por escenario. Serán momentos memorables de un show al que no le faltó risa ni romanticismo ni baile. Porque al final, como dice la canción de Gonzaguinha con la que cerró el show, todo se trató de “vivir y no tener vergüenza de ser feliz”.

Alexandre Pires (***)

Mi corazón latino

Cuándo: Martes 13 de marzo . Dónde: Teatro de Verano Ramón Collazo. Artista invitado: Joaquín Mendoza (telonero). Canciones: “Demasiado fuerte”, “Aquí nada es igual”, enganchado de Julio Iglesias, “Amor verdadero”, “Usted abusó”, “Es por amor”, “Cuando acaba el placer”, “Es por ti” (de Juanes), “Traicionar es bueno pero es pecado”, “Usted se me llevó la vida”, “Necesidad”, enganchado de Roberto Carlos, “Que se llama amor”, “Mineirinho”, “Esa tal libertad”, “Ámame”, “A gozar la vida”, “En el silencio negro de la noche”, “Santo santo”, “Quitémonos la ropa”, “Delirios de amor” y “O que é o que é”.

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