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Las canciones de un mundo único vuelven a levantar vuelo

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Peraza, Lombardo, Schellemberg, Wolf, Ibarburu y Romano. Foto: Difusión

Ney Peraza habla de Mateo x 6, que hoy vuelve a tocar en el Solís.

Dice Ney Peraza que el día en que Mateo x 6 deje de sonar va a ser porque nadie más los convoca. Con una continuidad cada vez más espaciada en el tiempo debido a la cantidad de actividades en las que están embarcados cada uno de los seis integrantes, esta formación que no es necesariamente una banda se reúne cada vez que una sala o una persona toma la iniciativa. Y es por una invitación que vuelve a tocar hoy en la sala principal del Teatro Solís, a las 19:30 (la hora se adelantó por el paro general de mañana).

Esta vez, la vuelta tiene que ver con presentar formalmente aquel disco grabado en vivo hace ya tres años en el Auditorio del Sodre. Para el show, quedan entradas en Tickantel y boletería desde 200 pesos.

Hace ya más de 20 años que existe Mateo x 6, esta reunión gestada por el inquieto Ney Peraza —hoy está con cinco coros, con sus bandas Los Cigarros y Los Mareados, y trabajando con Edú "Pitufo" Lombardo y Ernesto Díaz— que completan Mandrake Wolf, Jorge Schellemberg, Popo Romano, Lombardo y Martín Ibarburu que fue el último en sumarse. Al principio la motivación fue darle nueva vida a canciones "desconocidas o inéditas, hermosas", que en su mayoría aparecieron después de la muerte de Eduardo Mateo (o sea, 1990), pero de a poco se fueron convirtiendo los seis en difusores de toda la obra de uno de los grandes cantautores que dio Uruguay, hoy responsables en buena parte de que la música de Mateo siga viva y cruzando generaciones.

Si no puede ver el video, haga click aquí.

"Cada vez que nos encontramos es una fiesta. Disfrutamos mucho de los ensayos y de estar juntos, porque nos conocemos desde hace mucho tiempo", comenta Ney Peraza antes de brindar un nuevo espectáculo.

—¿A los integrantes de Mateo x 6 los convocaste por fans, por buenos músicos o por una combinación de factores?

—Por una combinación de cosas. Por un lado, sabía que eran muy afines a la música de Mateo. Por otro, eran de mi generación y, salvo Popo Romano, en ese momento todos coincidíamos siendo docentes en el TUMP, entonces estábamos mucho rato haciendo música juntos y se dio naturalmente.

—En aquel momento, enfrentarse a un material que era desconocido para la mayoría del público, los habilitaba a ustedes a apropiárselo de manera más personal, ¿no?

—Claro, además que de muchas de esas canciones la versión que había era Mateo solo con una guitarra que se escuchaba medio mal. Nosotros teníamos la posibilidad de hacerlo con una banda, entonces ya desde ahí agarraba otro vuelo.

—Al día de hoy siguen renovando el repertorio que tocan. ¿Cuál es la consigna, si es que la hay, o la postura que ustedes toman ante las canciones de Mateo cuando las empiezan a trabajar?

—Es una mezcla de respeto a las canciones originales, porque aquellas que Mateo interpretó y de las que existe un registro, a uno no se le ocurre que tenga mucho para aportar. El tipo tenía una riqueza a todo nivel muy salada. Pero también respetar el espíritu de Mateo, es hacerlas diferente. Él nunca hizo covers de él mismo: cada vez que hacía "Príncipe azul" le cambiaba el compás, la estructura, la melodía; jugaba todo el tiempo con la música.

—¿Eso lo hacen colectivamente, o alguien propone?

—Se habla poco, se toca más que se habla y las canciones van remontando vuelo para distintos lados, según la inspiración del momento. Cada vez nos damos más esa libertad.

—¿Cuál es la clave para bucear en la complejidad de Eduardo Mateo?

—Un dominio del lenguaje ese, y después dejarlo que despegue. Que tenga su oportunidad de desarrollarse para donde cuadre, y ahí es donde cada uno le pone su impronta.

—¿Sentís que Mateo x 6 hizo que nuevas generaciones conocieran a Mateo?

—Y sí. Mucha gente se acercó diciéndonos que había descubierto a Mateo a través de Mateo x 6, y que eso le había hecho conocer más. Es una forma de ayudar a que su música siga viva, pero básicamente lo que nos motivó a hacer este espectáculo fueron las ganas de hacer esas canciones, que nos encantaban y nos siguen volando la cabeza.

—¿Escuchás a Mateo hoy?

—Tengo épocas. Después de hacer los cancioneros me pasaba que ya sabía de memoria todo lo que iba a pasar (se ríe), pero siempre es un reencuentro y cada vez que lo escucho entiendo más por qué me parece un tipo tan genial.

—¿Y por qué?

—Por su originalidad y su valentía. Y su atemporalidad. No fue un tipo condicionado por la coyuntura, siempre estaba en una búsqueda independiente a lo que estaba pasando. El tipo estaba en otro viaje, y eso es lo que hace que las cosas sean clásicas: que vayan más allá del tiempo.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Peraza, Lombardo, Schellemberg, Wolf, Ibarburu y Romano. Foto: Difusión

MÚSICABELÉN FOURMENT

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